sexoral Academy

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  • El arte de involucrar los tobillos durante el sexo oral: claves para intensificar el placer femenino

    Cuando se trata de sexo oral, muchos piensan que toda la atención debe centrarse exclusivamente en la zona genital. Sin embargo, el cuerpo humano está lleno de puntos erógenos y áreas sensibles que, al ser estimuladas correctamente, pueden transformar una experiencia placentera en una profundamente intensa e inolvidable. Entre estas áreas, los tobillos, una zona que a menudo pasa desapercibida, tienen el potencial de ser grandes aliados a la hora de intensificar el placer femenino.

    En este artículo, exploraremos cómo manejar y estimular los tobillos de una mujer mientras le estás ofreciendo sexo oral. Veremos cómo estas caricias y movimientos pueden aumentar la excitación y mejorar la calidad del orgasmo femenino.

    ¿Por qué pueden ser tan excitantes los tobillos?

    Los tobillos, aunque no son tradicionalmente considerados una zona erógena primaria, están conectados a una compleja red de terminaciones nerviosas. Al igual que los pies, son extremadamente sensibles al tacto, y cualquier estimulación suave o delicada en esta área puede generar sensaciones placenteras que complementan las sensaciones genitales.

    Además, los tobillos están relacionados con un sentido de vulnerabilidad y conexión. Al sostenerlos o acariciarlos, se crea una sensación de control combinado con intimidad, algo que muchas mujeres encuentran profundamente erótico.

    Cómo manejar los tobillos durante el sexo oral

    Para utilizar los tobillos como un elemento para potenciar el placer durante el sexo oral, es importante prestar atención a cómo interactúas con esta zona. Aquí tienes algunas técnicas y consejos que pueden marcar la diferencia:

    1. Sostener los tobillos para generar conexión y control

    Mientras practicas sexo oral, sostener suavemente los tobillos de tu pareja puede ser una forma poderosa de establecer una conexión física. Esta acción no solo añade un elemento de intimidad, sino que también puede ayudar a guiar sus movimientos y mantener una postura cómoda para ambos.

    • Cómo hacerlo: Usa ambas manos para sostener sus tobillos con firmeza, pero sin apretar. Este contacto puede ser estático o puedes alternar con movimientos sutiles de masaje para mantener la sensación fluida y relajada.
    • Por qué funciona: Este gesto le transmite a tu pareja que estás completamente presente, que tienes el control de su placer y que estás atento a cada una de sus reacciones.

    2. Incorporar movimientos circulares y masajes

    Los tobillos son una zona perfecta para experimentar con masajes suaves y movimientos circulares. Mientras usas tus labios y lengua para estimular sus genitales, tus manos pueden trabajar simultáneamente en sus tobillos, creando un contraste entre el placer localizado y una sensación más generalizada.

    • Técnica: Con el pulgar, realiza movimientos circulares suaves en el área donde el tobillo conecta con el pie. Puedes alternar entre presión ligera y moderada para variar las sensaciones.
    • Consejo adicional: Utiliza un aceite o lubricante con fragancia suave para añadir un elemento sensorial adicional, como calidez o suavidad.

    3. Jugar con la flexión y extensión de los pies

    Una técnica sorprendentemente efectiva es interactuar con los tobillos a través de los movimientos naturales de flexión y extensión del pie. Este movimiento no solo estimula los músculos del pie y la pantorrilla, sino que también amplifica la sensación de control, algo que muchas mujeres encuentran erótico.

    • Cómo hacerlo: Mientras sostienes sus tobillos, guía sus pies hacia arriba (flexión) o hacia abajo (extensión) de forma pausada. Puedes hacer esto sincronizándolo con los movimientos de tu lengua para crear una sensación rítmica en todo su cuerpo.
    • Por qué funciona: Este movimiento involucra más músculos y mejora el flujo sanguíneo, lo que puede intensificar las sensaciones en sus genitales.

    4. Incorporar caricias delicadas

    El tacto ligero y las caricias apenas perceptibles en los tobillos y los pies pueden ser extremadamente excitantes. Esta técnica funciona especialmente bien si se combina con estimulación oral en los genitales.

    • Técnica: Usa las yemas de tus dedos para trazar líneas suaves desde el tobillo hasta la parte superior del pie. También puedes usar una pluma, un pañuelo de seda o incluso el cabello para estimular la piel.
    • Consejo adicional: Presta atención a su lenguaje corporal. Si su respiración se acelera o su cuerpo reacciona positivamente, sabrás que estás en el camino correcto.

    5. Elevar sus piernas y cambiar la dinámica

    Levantar suavemente sus tobillos y pies mientras le das sexo oral no solo puede facilitar tu acceso, sino que también cambia las sensaciones que ella experimenta. Elevar sus piernas activa otros músculos del cuerpo y puede intensificar las contracciones musculares que acompañan al orgasmo.

    • Cómo hacerlo: Coloca sus tobillos en tus hombros o sostenlos en el aire con tus manos mientras sigues estimulándola oralmente. Puedes alternar entre sostener ambos tobillos o dedicarte a uno mientras masajeas el otro.
    • Por qué funciona: Esta postura le permite relajarse completamente, confiando en ti para controlar la dinámica, lo que puede ser extremadamente placentero tanto a nivel físico como psicológico.

    Mejorando la calidad del orgasmo femenino

    La clave para intensificar cualquier orgasmo está en crear una experiencia multisensorial. Al incluir los tobillos y pies en el proceso, estás activando una mayor cantidad de terminaciones nerviosas y promoviendo un placer más completo. Aquí hay algunas formas en las que esto puede mejorar su orgasmo:

    • Mayor flujo sanguíneo: Al masajear o manipular los tobillos, mejoras la circulación, lo que aumenta la sensibilidad en todo el cuerpo, incluidos los genitales.
    • Relajación profunda: Los masajes y caricias en los tobillos ayudan a liberar tensión acumulada en las piernas, permitiendo que el cuerpo se enfoque completamente en el placer sexual.
    • Sensación de cuidado y dedicación: Incorporar estas técnicas muestra atención al detalle y un deseo de explorar cada parte de su cuerpo, lo que aumenta la conexión emocional y mejora la experiencia global.

    Cosas a tener en cuenta

    Cada mujer es única, y sus preferencias sexuales pueden variar ampliamente. Lo que funciona para una persona puede no ser tan placentero para otra. Por eso, es fundamental mantener una comunicación abierta y prestar atención a las señales verbales y no verbales de tu pareja. Pregunta qué le gusta, observa sus reacciones y ajusta tus movimientos según su respuesta.

    Incorporar los tobillos en el juego sexual, especialmente durante el sexo oral, es una manera innovadora y excitante de explorar nuevas formas de placer. Estas técnicas no solo intensifican las sensaciones físicas, sino que también crean una atmósfera de conexión e intimidad que puede hacer que el orgasmo femenino sea más profundo y satisfactorio.

    Recuerda que el placer no está limitado a una sola parte del cuerpo. Atreverse a explorar áreas menos tradicionales, como los tobillos, puede abrir las puertas a experiencias más ricas y placenteras. ¡Anímate a probarlo y transforma el sexo oral en un arte de conexión y placer total!

  • El fascinante papel de los dedos de los pies durante el orgasmo femenino

    El cuerpo humano es un escenario maravilloso y lleno de intrincados detalles que se despliegan durante el orgasmo. Aunque solemos asociar esta experiencia con contracciones pélvicas y sensaciones placenteras en los genitales, hay muchas otras partes del cuerpo que se involucran de manera fascinante en esta explosión de placer. Una de las áreas más interesantes y menos estudiadas son los dedos de los pies. Sí, esos pequeños pero poderosos aliados tienen un papel revelador antes, durante y después del clímax femenino.

    En este artículo exploraremos cómo reaccionan los dedos de los pies en cada etapa del orgasmo femenino, desde el inicio del placer hasta la calma posterior.

    Antes del orgasmo: tensión y anticipación

    Cuando una mujer está cerca de alcanzar un orgasmo, el cuerpo experimenta un fenómeno conocido como tensión muscular generalizada. Esto es parte de una fase del ciclo de respuesta sexual llamada «la meseta», en la que el cuerpo se prepara para el clímax con un aumento significativo en el flujo sanguíneo, la respiración y las pulsaciones.

    En esta etapa, los dedos de los pies tienden a curvarse o tensarse involuntariamente. Este fenómeno es el resultado de la contracción de los músculos de la parte baja del cuerpo, incluidos los pies y las piernas. Muchas mujeres reportan que, a medida que el placer se intensifica, sienten una especie de tirón o presión en las extremidades, lo que a menudo se traduce en que los dedos de los pies se «agarrotan» o se flexionan de forma marcada.

    Esto ocurre porque el sistema nervioso simpático está trabajando al máximo, preparando al cuerpo para liberar una explosión de placer. Es un momento en el que los músculos están tan comprometidos con la experiencia que los movimientos involuntarios, como los que ocurren en los pies, son señales claras de que el orgasmo está cerca.

    Durante el orgasmo: contracciones y liberación

    Cuando el cuerpo finalmente alcanza el clímax, ocurre una liberación de energía acumulada en forma de contracciones musculares rítmicas en la zona pélvica y, a menudo, en otras partes del cuerpo. Este momento de éxtasis también se refleja en los pies.

    Los dedos de los pies suelen apretarse, arquearse o extenderse de manera brusca durante el orgasmo. Algunas mujeres describen esta sensación como si sus pies estuvieran “enredados” o en una especie de «espasmo placentero». Este fenómeno se debe a que las contracciones involuntarias que ocurren en los músculos vaginales y pélvicos también pueden irradiarse hacia los músculos de las piernas y los pies.

    Además, la conexión entre el sistema nervioso central y periférico es clave en esta etapa. Los pies, que cuentan con una rica red de terminaciones nerviosas, pueden reflejar las sensaciones del clímax en forma de movimientos descontrolados o reacciones súbitas. Esto es especialmente común en orgasmos intensos, donde la liberación de oxitocina y dopamina puede intensificar la respuesta física de todo el cuerpo.

    Después del orgasmo: relajación y suavidad

    Una vez que el orgasmo termina, el cuerpo entra en una fase conocida como resolución, en la que los músculos comienzan a relajarse y el sistema nervioso parasimpático toma el control para devolver al cuerpo a su estado de calma. Esto también incluye a los pies y a los dedos de los pies, que habían estado tensos o arqueados durante las etapas previas.

    En este momento, los dedos de los pies suelen relajarse completamente, a menudo dejando una sensación de calidez o incluso cosquilleo en la planta de los pies. Esta relajación es un reflejo del estado general del cuerpo, que deja atrás la tensión acumulada durante el orgasmo. Algunas mujeres incluso reportan una sensación de pesadez o ligereza en los pies, dependiendo de la intensidad del clímax.

    ¿Por qué reaccionan así los dedos de los pies?

    Los dedos de los pies y los pies en general tienen una relación interesante con la excitación sexual debido a su conexión con el sistema nervioso y la circulación sanguínea. En términos de neurobiología, el cerebro y los pies están más relacionados de lo que podríamos pensar. La corteza somatosensorial, que procesa las sensaciones del cuerpo, coloca los pies y los genitales muy cerca en el mapa cerebral, lo que puede explicar por qué los pies también experimentan sensaciones durante el clímax.

    Además, los pies son áreas ricas en terminaciones nerviosas, y los movimientos o tensiones musculares que se generan en los pies son simplemente una extensión de las contracciones musculares que ocurren en todo el cuerpo durante el orgasmo.

    ¿Cómo potenciar estas sensaciones?

    Dado que los pies son tan receptivos durante el placer sexual, incluirlos en los juegos previos o en las caricias puede potenciar la experiencia. Aquí algunos consejos:

    1. Masajes en los pies: Realizar un masaje relajante antes o durante el encuentro sexual puede aumentar la conexión entre los pies y el resto del cuerpo, intensificando las sensaciones.
    2. Caricias o cosquillas suaves: Utilizar plumas, telas suaves o incluso los dedos puede estimular las terminaciones nerviosas de los pies y preparar el cuerpo para sensaciones más profundas.
    3. Posturas que involucren los pies: Algunas posturas sexuales permiten que los pies estén más involucrados físicamente, como levantarlos o presionarlos contra una superficie.

    Los dedos de los pies son testigos silenciosos pero expresivos del orgasmo femenino. Desde la tensión previa, pasando por las contracciones rítmicas del clímax, hasta la relajación completa posterior, estos pequeños movimientos reflejan la complejidad y el placer que recorre todo el cuerpo durante esta experiencia. Prestar atención a estos detalles no solo nos permite comprender mejor la respuesta sexual femenina, sino que también abre la puerta a formas más completas e intensas de vivir el placer.

    ¿Quién iba a pensar que los dedos de los pies tendrían tanto que decir sobre el orgasmo femenino? Como vemos, el cuerpo está lleno de sorpresas, y explorar estas conexiones puede ayudarnos a descubrir nuevas formas de disfrutar y entender el placer sexual.

  • Prefacio: Confesiones de un eyaculador precoz

    La premisa de este libro es muy sencilla: cuando se trata de complacer a las mujeres y de hablar el idioma del amor, el cunnilingus debería ser la lengua materna de cualquier hombre. El conocido autor de libros sobre sexo, Lou Paget, afirma lo siguiente: “Pregunten a las mujeres; si son sinceras admitirán que cuando más se excitan y mayor placer obtienen es cuando un hombre sabe usar su lengua”.

    En este Máster de Orgasmos Femeninos he compilado experiencias muy diversas en un sencillo manual de normas básicas. He elaborado los principios y la filosofía que subyacen a estas normas para ofrecer nada menos que una gramática definitiva del sexo oral. Si quieres saber cómo proporcionar a una mujer orgasmos con la lengua que la transporten espiritualmente y recorran su cuerpo como una ola, éste es el libro que necesitas.

    Este libro está escrito desde la perspectiva de un practicante; la de alguien que conoce y adora el cunnilingus, que aprecia su capacidad para estimular la respuesta sexual femenina y que ha desarrollado un método para que las mujeres alcancen el orgasmo en todas las ocasiones. Este método se basa en la convicción de que el cunnilingus es mucho más que una actividad sexual; es la piedra angular del goce sexual. Llamémoslo “el camino de la lengua”.

    No quiero que se me interprete mal: no soy un Casanova ni un vanidoso Don Juan que escribe con ánimo de alardear de sus hazañas; nada por el estilo. Sufrí mucho durante buena parte de mi vida por culpa de una disfunción sexual y conozco muy bien la humillación, la angustia y la desesperación que uno siente cuando no es capaz de satisfacer a una mujer. Escribí este libro con la sincera esperanza de que otros hombres pudieran desarrollar “hábitos sexuales” eficaces; hábitos que, con la colaboración de sus parejas, les ayuden a sufrir menos de lo que yo sufrí, o incluso a no sufrir en absoluto.

    Mis primeras incursiones en el terreno del sexo oral fueron un apoyo, una manera de compensar mis carencias sexuales; suponía yo por aquel entonces que el cunnilingus era el destino de un pobre hombre incapaz de alcanzar el y la plenitud del “sexo auténtico” y, como muchos, estaba convencido de que el coito era “el modo” de llegar al orgasmo. Mas, para mi sorpresa, descubrí que “el camino de la lengua” no era en absoluto inferior al coito; en realidad era superior, y en muchos casos la única manera de ofrecer a las mujeres la estimulación continua y rítmica, al margen de la masturbación, necesaria para alcanzar el orgasmo.

    No tardé en aprender que el sexo oral es sexo de verdad. Y, más tarde, cuando llegó a mis manos el Informe Hite sobre sexualidad femenina, pude confirmar que el sexo oral era “una de las actividades sexuales favoritas y más gratificantes de las mujeres”; las encuestadas repetían constantemente lo mucho que les gustaba. En cuestión de placer no hay modos buenos o malos de llegar al orgasmo: lo único malo es suponer que las mujeres lo necesitan o lo aprecian menos que los hombres.

    En un artículo titulado “Sé simplemente un hombre: seis consejos sencillos”, la columnista Amy Sohn, especializada en cuestiones de sexo, ofrece como primer consejo el siguiente: “Un hombre de verdad baja hasta allí. Sin excusas. Sin vacilación”.

    Pero una vez allí, ¿qué hay que hacer?

    Una amplia mayoría de mujeres se queja de que a los hombres no les gusta, no saben o no lo hacen casi nunca. Flannery O’Connor tenía razón cuando decía que no es fácil encontrar a un hombre bueno, y mucho menos a uno que esté dispuesto a bajar al centro de la ciudad a pasear tranquilamente. Pero por lo general, cuando se encuentra a un cunnilingüista experto, resulta muy apreciado.

    En su ensayo “Servicio labial: cómo ser un buen cunnilingüista”, la escritora y columnista Anka Radakovich canta las alabanzas de un novio experto en sexo oral: “Me quedé «enlenguada» (el equivalente femenino de encoñamiento) y hasta me ofrecía a hacerle la colada si venía para darme placer. Al cabo de dos meses coloqué una foto de su lengua en mi mesa de trabajo”.

    Para dominar las caricias orales, todos los hombres deberían recitar como un mantra la famosa frase de Rhett Butler a Escarlata O’Hara en Lo que el viento se llevó: “A ti tendría que besarte a menudo alguien que supiera cómo”.

    Quienes me conocen saben que soy un hombre reservado. Nunca se me ocurriría airear mi lucha contra la disfunción sexual si no estuviera sinceramente convencido de que este libro era absolutamente necesario. Lo estoy por lo que he leído, por lo que he oído y, sobre todo, por mi experiencia de primera mano como practicante: a las mujeres no sólo les encanta el cunnilingus y lo desean; lo necesitan. Cualquier terapeuta sexual os dirá que las mujeres se quejan sistemáticamente de su incapacidad para alcanzar el orgasmo durante la penetración. La solución no está en más “preliminares”, como suelen aconsejar las revistas, sino en ampliar con habilidad las prácticas que asociamos con los preliminares; es decir, en llevar la estimulación oral hasta sus últimas consecuencias: transformar los prolegómenos en el nudo argumental del relato.

    Éste no es un libro contra el pene, sino un libro a favor de la lengua, un libro que defiende una concepción del sexo que va más allá de la penetración, que abarca el placer “mutuo” y que resulta más adecuada para estimular la anatomía femenina hasta el punto del orgasmo. Este modelo no excluye la penetración, sino que propone posponer la gratificación masculina hasta que la mujer haya alcanzado su primer (y ojalá que no último) orgasmo; semejante cortesía masculina tiene la doble ventaja no sólo de proporcionar placer a la mujer sino de intensificar notablemente la calidad del clímax masculino. De lo que aquí se trata es de posponer la gratificación, no el placer.

    Es hora de cerrar la brecha entre los sexos y reescribir las reglas que rigen el intercambio de placer, y el cunnilingus es mucho más que un modo de lograr este noble fin; es la clave de un nuevo paradigma sexual, de un modelo que ensalza la experiencia compartida del placer, la intimidad, el respeto y la satisfacción. Y es también uno de los más grandes regalos de amor que un hombre puede hacer a una mujer.

    CÓMO LEER ESTE LIBRO

    En la Primera parte de este Máster en Orgasmos Femeninos, titulada “Elementos de estilo sexual”, nos adentraremos en una poderosa filosofía que, si bien no cambiará dramáticamente nuestra experiencia sexual, sí modificará nuestra visión del sexo y de las relaciones de pareja. Aprenderemos a:

    • Terminar con la “desinformación” y cultivar una verdadera comprensión de la sexualidad femenina.
    • Pensar en términos clitoridianos más que en términos vaginales y centrarnos en la estimulación frente a la penetración.
    • Posponer la gratificación sin sacrificar el placer.
    • Transformar los preliminares en nudo argumental.
    • Dominar el proceso de respuesta sexual femenina y apreciar la función del clítoris como centro generador de placer. Desarrollar una conciencia que transforme el casi siempre esquivo orgasmo femenino en algo conocido y tangible, más allá de toda duda.

    Hablaremos también de cuestiones importantes, y a menudo mal entendidas, como la anatomía “real” de los genitales femeninos, la higiene, el sexo seguro y el contexto social cultural que configura nuestro modo de pensar y de actuar con respecto al cunnilingus.

    Si la Primera parte se centra en el “porqué” del cunnilingus, la Segunda, titulada “Normas de uso”, se dedica al “cómo”. Descubriremos en ella técnicas orales contrastadas para conducir con éxito a una mujer a lo largo de todo el proceso de respuesta sexual, el cual, como si fuera una novela, dividiremos en tres etapas: los prolegómenos, el nudo argumental y el desenlace.

    Mientras que muchos libros de sexo se contentan con decir al lector “qué” hacer, estoy convencido que el “cuándo” es igual de importante. Todo es cuestión de sincronía y, para ello, en la Tercera parte, “Los dos juntos”, se esbozan unas técnicas claras para alcanzar una experiencia compartida y sin fisuras, que nos permita coronar, en compañía de nuestra pareja, nuevas cumbres eróticas.

    A lo largo de este Máster en Orgasmos Femeninos se intercalan ilustraciones, trucos, ejercicios, datos de interés o preguntas frecuentes, junto a las inocentes respuestas de algunos de los muchos hombres y mujeres a los que he preguntado sobre su visión del sexo, las relaciones o el cunnilingus, así como sus tabúes acerca de lo que se puede y lo que no se puede hacer.

    Por último, al final del libro se ofrece una serie de Apéndices que abordan cuestiones de interés y situaciones concretas.

    En conjunto, este Máster es el estudio más completo sobre el arte del cunnilingus disponible a día de hoy; este Máster no sólo enseña todo lo necesario para dominar la gramática del sexo oral, sino que da respuesta a las dudas que pueden surgir durante el periodo de aprendizaje.

    Cuando hayas terminado su estudio tendrás una perspectiva distinta del sexo y dominarás las técnicas “lingüísticas” para llevar a una mujer hasta el orgasmo una y otra vez.

    CUESTIONARIO

    Siéntete libre para leer este Máster de la manera que te resulte más cómoda. Ahora bien, si te inclinas por saltarte la Primera parte y pasar directamente a las técnicas, te pediría que antes considerases algunas cuestiones:

    • ¿Sabías que el clítoris consta de dieciocho partes y que cada una de ellas desempeña un papel como fuente generadora de placer? ¿Sabes identificarlas?
    • ¿Sabías que la inmensa mayoría de las terminaciones nerviosas que contribuyen al orgasmo femenino están concentradas en la superficie de la vulva y que la penetración no es necesaria para estimular el orgasmo?
    • ¿Cuántos tipos de orgasmos es capaz de experimentar una mujer?
    • ¿Eres capaz de afirmar sin titubeos dónde se encuentra el punto G? ¿Puedes enumerar otras zonas de placer ocultas?
    • ¿Sabes por qué el cunnilingus es el mejor modo de estimular a una mujer para que tenga orgasmos múltiples?
    • ¿Sabes por qué un hombre es en parte responsable del olor genital de su pareja?
    • ¿Estás completamente seguro de que tu pareja nunca ha fingido el orgasmo y eres capaz de reconocer inequívocamente la diferencia entre los gemidos impostados y los auténticos?

    Si has respondido “no” a alguna de estas importantes preguntas, te animo a que estudies este Máster en Orgasmos Femeninos de principio a fin. En todo caso, úsalo como quieras; sólo espero que este Máste se convierta en una herramienta de consulta continua, al margen de cuál sea tu nivel de experiencia.

    UN ANTICIPO DE LO QUE VIENE

    He aquí unas cuantas normas básicas para empezar a iniciarse:

    1. Aprender a valorar la ironía: porque cuando se trata de sexualidad humana, la vida está llena de ironía. Los principiantes deberían tener muy presente que los genitales masculinos y femeninos están formados por el mismo tejido embrionario, y, sin embargo, nuestros respectivos procesos de excitación no podrían ser más distintos. Tal como afirman sucintamente los editores de la revista Men’s Health, Stefan Bechtel y Laurence Roy Stains, en su libro Sex: A Man’s guide, “algunos estudios revelan que tres cuartas partes de los hombres dan por concluida la sesión sexual a los pocos minutos del comienzo, mientras que las mujeres suelen necesitar 15 minutos o más para alcanzar el orgasmo. Entre medias se extiende todo un mundo de rabia, dolor y platos rotos”.

    Dicho en términos gramaticales, la mayoría de las mujeres se quedan frustradas con las frases incompletas o los participios que sus compañeros dejan en suspenso. Por eso este Máster insiste en posponer la gratificación masculina, tal como su título indica. En su libro Her Way, a Survey of Contemporary Young Women, la periodista Paula Kamen documenta lo siguiente: “El orgasmo femenino ha dejado de ser una cuestión de suerte o un asunto secundario, lo que sin duda indica que las mujeres se han liberado del sentimiento de culpa sexual y son capaces de perseguir sus deseos tal como han hecho siempre los hombres”.

    Para complacer a las mujeres conviene tener presente las palabras del maestro taoísta de la antigüedad Wu Hsien: “El hombre debe mantener la situación bajo control y beneficiarse de esta comunión sin apresuramientos innecesarios”.

    2. No confundir el sujeto con el objeto: es decir, el clítoris. Con sus ocho mil terminaciones nerviosas (el doble que las del pene) y una envidiable capacidad para producir orgasmos múltiples en el curso de una misma sesión de sexo, el clítoris, cuya función no es otra que la de generar placer, ha sido definido por Masters y Johnson como “un órgano único en la especie humana”. El clítoris consta de dieciocho partes, visibles y ocultas, que participan en la producción del placer (sigue leyendo y aprenderás a dominar todas y cada una de ellas). En contra de lo que tradicionalmente se pensaba -al menos ésa es la idea que se mantiene apolillada en los armarios masculinos-, el clítoris es mucho más que un simple “botón del amor”; es una sofisticada red de placer erótico con más puntos calientes que un volcán.

    3. La lengua es más poderosa que la espada: especialmente en lo que a la estimulación del clítoris se refiere. Hasta el actor porno Ron Jeremy, dotado de un miembro de 25 centímetros, ha observado lo siguiente: “He logrado que muchas más mujeres se corran con mi lengua que con mi pene”. Shere Hite, autora del Informe Hite sobre sexualidad, llegó a insinuar que “la función del coito nunca ha sido la de estimular el orgasmo femenino”. Entre otras razones porque el clítoris se encuentra unos dos o tres centímetros más cerca de la parte delantera del cuerpo femenino que la vagina y, porque, durante la penetración, el pene no suele tener contacto con el clítoris.

    Los autores de Sex: A Man’s Guide citan un estudio en que 98 felizmente casadas llevaban un diario sexual donde anotaban la frecuencia de su actividad sexual y su nivel de satisfacción. El cunnilingus figura como la práctica más placentera de todas. Un 82% de estas mujeres afirmaba que el sexo oral les resultaba muy satisfactorio; el índice de satisfacción coital se situaba en segundo lugar, con un 68%. Las mujeres situaban en un 25% el índice de orgasmos alcanzados durante el coito. Sin embargo, la práctica del sexo oral elevaba el porcentaje de orgasmos hasta el 81%. Según afirma el doctor Alex Comfort en The New Joy of Sex en relación con el cunnilingus: “De este modo se puede proporcionar a una mujer docenas de orgasmos, y aún seguirá pidiendo más”.

    4. Aprender de los propios errores: a diferencia de los adolescentes de Mangaia, en las islas Cook, a quienes, según cuenta Shane Mooney, se adiestra para dominar las más refinadas técnicas de estimulación de los pezones, el cunnilingus y el retraso de la eyaculación para garantizar el placer de sus futuras compañeras, la educación que recibimos en Occidente es, por desgracia, incompleta. En respuesta a las preguntas de Shere Hite acerca de la destreza oral de sus compañeros, la inmensa mayoría de las mujeres se quejaba de que los hombres eran demasiado bruscos o demasiado impacientes; demasiado rápidos o demasiado lentos; no daban en el blanco o cambiaban el ritmo en el momento más inoportuno. Una mujer llegaba a exclamar: “¡Parece como si quisiera borrarme el clítoris!”.

    ¡Eso es!

    Lo que muchas mujeres no saben es que los hombres suspiran por información y respuestas. Se mueren por aprender, pero hablar de sexo no resulta fácil y a veces nos fallan las palabras cuando más las necesitamos. En su libro titulado Talk Dirty to Me: An Intimate Philosophy of Sex, Sally Tisdale dice: “En realidad no sabemos explicar lo que es la excitación ni lo que es el orgasmo, y cuanto más lo sentimos menos valor tienen las palabras, menos capaces somos de emplear el lenguaje”.

    Por eso buscamos en libros y en revistas de sexo, o peor, en zafias películas porno y en las bromas de los vestuarios. La mayor parte de los libros sobre sexualidad abordan el tema en términos enciclopédicos: un poco de todo, sin profundizar en nada. Se centran más en lo general que en lo particular y, en el mejor de los casos, el cunnilingus recibe en ellos la misma atención que otros aspectos. Dedican como mucho un par de páginas a explicar una técnica con detalle y describen mayoritariamente el cunnilingus como una parte de los prolegómenos, en lugar de un proceso completo en sí mismo. Son como esos libros de cocina que incluyen distintas recetas de entrantes, primeros y segundos platos. Pero el cunnilingus es una comida completa, más que un plato individual, y hay cientos, si no miles, de formas de elaborarla.

    ¡ATENCIÓN, HOMBRES!

    Aunque este libro puede ser muy útil para cualquiera -hombre o mujer, heterosexual o no- interesado en aprender sobre el orgasmo femenino y cómo producirlo en todas las ocasiones mediante un conjunto de inspiradas técnicas orales, se ha escrito principalmente pensando en esos hombres del mundo entero que quieren ser mejores amantes, y en las mujeres deseosas de beneficiarse de la educación de sus parejas.

    Lo cierto es que hombres y mujeres difieren notablemente en lo que al aprendizaje se refiere. En el Informe Kinsey (1953), un conocido estudio sobre la sexualidad humana, se afirmaba que: “Es evidente que ni las chicas jóvenes ni las mujeres adultas hablan abiertamente de sus experiencias sexuales como lo hacen los hombres”. Mucho han cambiado las cosas desde entonces. En una actualización de este mismo estudio realizada en 1990, se señala que las mujeres de edades comprendidas entre 18 y 29 años conocen mejor su sexualidad que los varones de la misma edad, y atribuye esta diferencia a «la creciente convicción femenina sobre su derecho a la información sexual y el acceso a publicaciones de salud femenina”. Cabe pensar entonces que tanto el movimiento feminista como las campañas en pro del sexo seguro, presentadas de un modo abierto y claro, han hecho mucho por educar a las mujeres sobre su cuerpo y su sexualidad en los últimos cincuenta años.

    Pero ¿qué pasa con los hombres?

    Tanto en mis investigaciones como en mis entrevistas he observado que, en términos generales, las mujeres tienen hoy mejores conocimientos sobre sexualidad y se muestran más dispuestas a hablar de sexo con libertad y naturalidad. A la hora de describir distintas prácticas sexuales, principalmente el cunnilingus, las mujeres son mucho más conscientes de los aspectos cualitativos y los detalles técnicos relacionados con su respuesta sexual. Al tiempo que subrayaban la importancia de la experiencia personal en el proceso de adquisición de conocimientos, confirmaban que gran parte de su información sexual procedía de padres y amigas, además de libros, revistas e Internet.

    Los hombres, por el contrario, muestran un menor conocimiento de las cuestiones sexuales y una tendencia a describir prácticas como el cunnilingus de un modo más gráfico y objetivamente detallado. También reconocen que recurren mucho más a la pornografía y a la experiencia de primera mano a la hora de buscar información sobre la sexualidad femenina, y se sienten mucho más incómodos ante el consejo de padres y amigos.

    ¿Adónde puede dirigirse un hombre cuando busca información precisa y concreta sobre el modo de estimular la respuesta sexual femenina? Los medios de comunicación nos bombardean con sexo las veinticuatro horas del día, pero no existe un debate amplio sobre la sexualidad humana y menos aún dirigido específicamente a los hombres. Curiosamente, algunos de los hombres con los que he tenido ocasión de hablar comentaban que la serie de televisión Sexo en Nueva York -donde se habla con absoluta naturalidad de sexo oral, orgasmos y otras cuestiones- era su principal fuente de información sobre los deseos femeninos y las actitudes sexuales de las mujeres. Otros admitían leer en secreto revistas femeninas como Cosmopolitan y Jane, porque les resultaban esclarecedoras y encontraban en ellas una información que las revistas para hombres no proporcionan.

    Uno de ellos lo resumía así: “Cosmopolitan y Glamour son mucho más explícitas en cuestión de sexo y relaciones que revistas para hombres, como Playboy y Maxim, que siempre hablan de sexo, pero no de sexualidad. Las revistas para hombres se centran más en la conquista que en la educación, y abordan el asunto en términos de artilugios sexuales y de levantamiento de pesas. Men’s Health sitúa el listón mucho más alto, pero es la única publicación que lo hace, y aun así tiende a centrarse más en obtener un sobresaliente que en ofrecer la información detallada para conseguirlo”.

    Por desgracia, tanto los hombres como las mujeres terminan siendo víctimas de este bombardeo de información imprecisa que hace a los hombres mover la lengua como actores porno, recurrir a posturas que poco tienen que ver con la estimulación del clítoris y desconocer en general la anatomía femenina y el proceso de respuesta sexual de las mujeres.

    Para dominar la gramática del sexo oral necesitamos algo más que unos trucos tomados al azar del último número de Maxim o de Cosmopolitan. Necesitamos un auténtico manual exhaustivo y conciso que incluya técnicas contrastadas, explicaciones esclarecedoras y rutinas verdaderamente eficaces; un Máster que nos ayude a encontrar nuestro propio tono y nuestro propio estilo. Este es ese Máster.

    Por eso, tanto si empiezas a iniciarte en la vida “cliteraria” como si ya eres miembro del selecto círculo de “cliteratos”, prepárate para aprender las normas gramaticales y usarlas con estilo.

    POR QUÉ ESCRIBÍ ESTE MÁSTER EN ORGASMOS FEMENINOS

    Mi propia formación “cunnilingüística” empezó con una disfunción sexual: una ardua y larga batalla contra la eyaculación precoz (EP). Era un inútil; era patético. El mero hecho de ver el cuerpo de una mujer desnuda me hacía perder el control, y entre los prolegómenos y el desenlace apenas mediaba un instante. Digamos que en el lenguaje del amor no lograba pasar de la primera sílaba. Estaba seguro de que mi epitafio sería éste: “Llegó. Vio. Y volvió a llegar”.

    Más tarde, gracias a los estudios pioneros del investigador Alfred C. Kinsey, aprendí que el promedio de la penetración masculina se sitúa entre dos y dos minutos y medio. Eso me consoló en cierto sentido, pero al mismo tiempo me hizo sentir profundamente solo. No paraba de preguntarme por qué estaba “biológicamente maldito”, por qué llegaba al orgasmo tan deprisa. ¿Sería un vestigio de las batallas evolutivas de la selección natural, de los tiempos en los que el hombre debía sembrar rápidamente su semilla para garantizar la propagación de su material genético? ¿Me diría Charles Darwin que lo que yo consideraba como una terrible deficiencia era en realidad una gran ventaja en la lucha por la supervivencia del más apto? Tal vez, pero yo sentía que mal de muchos consuelo de tontos.

    Hoy estoy convencido de que una de las principales causas de la eyaculación precoz son los malos hábitos masturbatorios: cómo se enseña a los niños a masturbarse o, mejor dicho, cómo no se les enseña; cómo lo hacen a escondidas, a toda prisa, envueltos por el secreto y el tabú. Un adolescente no tarda mucho en quedar programado para alcanzar el placer rápidamente, y todos sabemos lo difícil que es romper los malos hábitos. Quizá, si alguien me hubiera enseñado a masturbarme pensando en el orgasmo femenino más que en el mío propio, me habría ahorrado años de sufrimiento.

    El caso es que yo era un discapacitado sexual y el sexo oral se convirtió en mi apoyo. Si no era capaz de satisfacer a una mujer con el pene, estaba decidido a conseguirlo con la lengua.

    Todavía recuerdo el miedo, los prejuicios y las meteduras de pata de mis primeras experiencias en la universidad. Mis primeras incursiones en el terreno del cunnilingus no fueron distintas de las de muchos hombres: vacilantes, indecisas; bajaba hasta “allí” y daba un par de lametazos. Aprendí por el procedimiento de ensayo y error, hasta que comprendí que el cunnilingus era mucho más que un elemento accesorio u optativo de los prolegómenos; era el nudo argumental. Era una composición literaria -con planteamiento, nudo y desenlace- que conducía a la mujer hasta el clímax a través de las múltiples etapas de la excitación erótica. El cunnilingus no sólo me permitió satisfacer a una mujer de un modo profundo y pleno, sino que hizo también que dejara de preocuparme por el sexo y empezara a disfrutar con él.

    Desapareció mi ansiedad, desarrollé un mayor grado de autocontrol y me convertí en mejor amante. El cunnilingus sin duda salvó mi vida sexual y, cuando pienso en la depresión y en la angustia que padecía como resultado de mi lucha contra la EP, casi me siento tentado de decir que salvó mi vida entera.

    Nunca olvidaré la primera vez que conseguí que una mujer tuviera un orgasmo con mi lengua. Fue un momento decisivo.

    A día de hoy puedo afirmar que he recuperado mis tiempos de respuesta. Ya no sufro esa eyaculación precoz. Disfruto haciendo el amor, pero sigo creyendo firmemente en “el camino de la lengua”. Sencillamente, es el instrumento más adecuado. Aún más, creo que el cunnilingus es el acto más íntimo, respetuoso y gratificante que puede realizar un hombre. En palabras de Sally Tisdale: “Entregarse al vientre del otro, o a la boca del otro. El sexo oral puede ser el acto sexual más poderoso. Es un acto de fuerza que resulta de la más tierna intimidad”.

    Hay quien se refiere al sexo oral como música bucal, y como músico creo que puedo decir que he llegado a convertirme en un buen instrumentista. Sin embargo, no encontré mi Stradivarius -único, bello, impagable- hasta que conocí a cierta persona que salvaguardaré su identidad. Si ella es mi violín, yo soy su arco. Te animo a que encuentres tu Stradivarius. Y cuando lo hayas encontrado, a que lo cuides, lo mimes y seas constante con él, porque de ese modo llegarás a tocar como un maestro.

    Si bien existen diversas técnicas generales para alcanzar el éxito, cada mujer es diferente, y el cunnilingus es, en última instancia, un acto de conocimiento y entrega individual. Eso no significa que uno no pueda divertirse a veces, pero las grandes hazañas requieren seriedad y esfuerzo, tienen que ver más con la pirotecnia que con los fuegos artificiales.

    Hacer las cosas bien exige confiar en el ritmo de los acontecimientos, relajarse y entrar en contacto con una zona más profunda e instintiva del propio yo. Es imposible fingir. Y hay que ser algo más que un simple técnico. Hay que imbuirse de la técnica con los sentidos y con la imaginación. Hay que estar presente; hay que ser auténtico; hay que estar allí en cuerpo, mente y alma.

    Según E. B. White: “El estilo no es resultado de lo que una persona sabe, sino de lo que es. Para eso no hay trucos que valgan”.

    Con esta idea en mente, pasemos a la acción.

  • Sexo oral durante la menstruación: el Beso Escarlata

    Sexo oral durante la menstruación: el Beso Escarlata

    Hablar de la sexualidad femenina implica abordar todos los matices, necesidades y deseos que surgen en cada etapa del ciclo menstrual. Uno de los temas que provoca mayor controversia y curiosidad es la práctica del sexo oral durante la menstruación. Aun cuando para algunas personas la idea puede resultar incómoda, existen muchas mujeres que experimentan un aumento de la libido en esta fase, y consideran que la menstruación no tiene por qué ser un obstáculo para disfrutar de su sexualidad.

    En este artículo, profundizaremos en los mitos y realidades del sexo oral durante la menstruación, analizaremos los aspectos de higiene, ofreceremos consejos prácticos para que la experiencia sea placentera y cómoda, y revisaremos los posibles beneficios y precauciones que hay que tener en cuenta. Todo ello con el fin de brindar una guía completa a quienes deseen explorar esta práctica de manera informada, segura y respetuosa.

    Mitos y realidades del sexo oral durante el período

    1. “La sangre es antihigiénica y daña la salud de quien la ingiere”
      • Realidad: El flujo menstrual, aunque está formado por sangre, tejido endometrial y moco cervical, no necesariamente representa un foco de infección o algo “sucio” en sí mismo. Si la mujer goza de buena salud y no tiene infecciones de transmisión sexual (ITS), la sangre menstrual no supone un riesgo mayor que otros fluidos corporales.
      • Aclaración: Es fundamental realizarse revisiones médicas periódicas y, si se mantiene una relación con alguien de cuyo estado de salud no se está seguro, utilizar métodos de barrera (como el preservativo bucal o “dental dam”).
    2. “La menstruación provoca mal olor durante el sexo oral”
      • Realidad: El olor o sabor del flujo menstrual puede variar de una mujer a otra y dependiendo del día del periodo. Muchas veces, el olor se asocia a la combinación de la sangre con el aire y las bacterias de la zona. Mantener una higiene adecuada, ducharse antes de la práctica y utilizar elementos absorbentes (como copas menstruales o tampones) reduce considerablemente cualquier olor desagradable.
      • Tip: El uso de lubricantes y toallitas húmedas o un suave lavado previo ayuda a mantener el área fresca y limpia.
    3. “Durante la menstruación no se puede sentir placer”
      • Realidad: Hay mujeres que experimentan un aumento de la libido y del placer durante la menstruación, debido a cambios hormonales y a un mayor riego sanguíneo en la zona pélvica. La excitación puede incluso intensificarse en estos días.
    4. “Es peligroso practicar sexo oral si hay sangre”
      • Realidad: El peligro viene sobre todo de posibles ITS (infecciones de transmisión sexual), las cuales pueden transmitirse a través del contacto con fluidos corporales, incluyendo el flujo menstrual. Sin embargo, con la protección adecuada y conociendo el estado de salud sexual de la pareja, no representa un mayor riesgo que cualquier otra práctica sexual sin protección.

    Preparación e higiene antes de la práctica

    Para muchas personas, la clave de una experiencia placentera y relajada durante el sexo oral en la menstruación se encuentra en la higiene adecuada y la comunicación. A continuación, analicemos algunos pasos recomendados:

    1. Ducha o baño previo
      • Un baño o ducha previa puede ayudar a reducir cualquier incomodidad con respecto a los olores y la presencia de sangre.
      • Algunas mujeres optan por limpiar suavemente la zona con un jabón neutro o productos especialmente formulados para la higiene íntima.
    2. Uso de protección
      • Preservativo bucal (dental dam): Se puede colocar sobre la vulva para evitar el contacto directo con la sangre.
      • Tampones o copas menstruales: Además de recoger parte del flujo, facilitan mantener la zona con menor presencia de sangre.
      • Toallas oscuras o sábanas especiales: Para no manchar la superficie donde se practica el sexo oral.
    3. Cortar las uñas y mantener las manos limpias
      • Si se estimula con los dedos además del sexo oral, es importante que las uñas estén cortas y limpias para prevenir infecciones.
    4. Comunicación previa
      • Antes de iniciarse en esta práctica, es crucial hablar con la pareja sobre límites, sensaciones, preferencias y métodos de protección. Estar en la misma sintonía genera confianza y tranquilidad.

    Consejos para la práctica: cómo y de qué forma

    A continuación, te ofrezco algunas recomendaciones que pueden ayudar a que la experiencia sea cómoda y satisfactoria para ambas partes:

    Posiciones recomendadas

    PosiciónDescripciónBeneficios
    Tumbada boca arribaLa mujer se recuesta sobre la cama o un mueble cómodo, colocando debajo una toalla oscura. La pareja se sitúa entre sus piernas para realizar el sexo oral.– Mayor relajación para la mujer.
    – Posibilidad de usar un tampón o copa para minimizar el flujo.
    CucharaLa mujer se coloca de lado y la pareja se acerca por detrás o al frente, dependiendo de la preferencia.– Ideal si se quiere evitar la visualización directa del flujo.
    – Facilita la cercanía y la intimidad.
    En la duchaAmbos se sitúan en la bañera o ducha, con el agua corriendo suavemente.– Ayuda a mantener la limpieza.
    – Fomenta el juego erótico y la novedad.

    Uso de tampones o copas menstruales

    • Tampones: Pueden retener parte de la sangre, lo que facilita el sexo oral. La punta del hilo se puede recortar con cuidado para que no moleste.
    • Copas menstruales: Al igual que los tampones, recogen la sangre en el canal vaginal. Permiten un mejor sellado, aunque hay que verificar la comodidad si se va a aplicar estimulación de la zona externa (clítoris y vulva).

    Estimulación del clítoris

    • Durante la menstruación, el clítoris puede estar más sensible debido a la mayor irrigación sanguínea.
    • Se recomienda empezar con caricias suaves y, poco a poco, incrementar la intensidad según la preferencia de la mujer.
    • El uso de un lubricante a base de agua puede mejorar la sensación, aunque con la lubricación natural y el propio flujo quizás no sea estrictamente necesario.

    Ritmos y técnicas

    • Varía la presión y velocidad: Algunas mujeres disfrutan de movimientos lentos y circulares, mientras otras prefieren estímulos más directos.
    • Incorpora las manos: El juego simultáneo de lengua y dedos puede intensificar las sensaciones, siempre vigilando la higiene de las manos.
    • Explora otras zonas erógenas: Besos y caricias en los muslos, la ingle o los labios vaginales pueden aumentar la excitación.

    Beneficios físicos, emocionales y relacionales

    Alivio del dolor menstrual

    Algunas mujeres reportan que la excitación sexual y el orgasmo ayudan a disminuir los calambres o dolores menstruales. Esto se debe a que durante el orgasmo se liberan endorfinas y oxitocina, hormonas que tienen un efecto analgésico y contribuyen al bienestar emocional.

    Mayor lubricación

    La presencia de la sangre menstrual y el aumento del flujo vaginal pueden favorecer la lubricación natural, lo que facilita las caricias y la estimulación. Esto puede resultar más placentero y reducir cualquier incomodidad causada por la sequedad vaginal.

    Conexión emocional e intimidad

    Practicar sexo oral durante la menstruación puede ser una forma de intimidad profunda, ya que muestra confianza y aceptación mutua. Dejar de lado tabúes y prejuicios en estos días puede fortalecer el vínculo de la pareja y promover una comunicación más abierta sobre los deseos y necesidades de cada uno.

    Autoaceptación y empoderamiento

    Experimentar placer y normalizar la sexualidad en un periodo tradicionalmente rodeado de mitos y tabúes puede influir positivamente en la percepción de la propia sexualidad y la autoestima. Vivir la menstruación como una fase más del ciclo, sin restringir la sensualidad, puede empoderar a la mujer y hacerla sentir más cómoda con su cuerpo.

    Posibles incomodidades y precauciones

    Aunque esta práctica puede ser placentera y saludable, también hay algunas consideraciones importantes a tener en cuenta:

    1. Riesgos de infecciones de transmisión sexual (ITS)
      • Si no se conoce el estado de salud de la pareja, es fundamental realizarse análisis previos y utilizar barreras de protección. La sangre menstrual es otro fluido que puede transmitir enfermedades.
      • Recomendar el uso de “dental dam” o condón cortado adaptado para cubrir la zona genital.
    2. Hipervigilancia al olor o sabor
      • Puede que, incluso tras la higiene, la persona que realiza el sexo oral se sienta incómoda con el olor o el sabor. Utilizar enjuague bucal, incorporar sabores (lubricantes con sabor o menta) puede atenuar esta incomodidad.
      • Algunas parejas prefieren simplemente aplicar un suave enjuague de agua o toallitas húmedas durante las pausas, para mantener la zona fresca.
    3. Reacciones emocionales
      • Es normal que, dada la vulnerabilidad que puede suponer, la mujer se sienta más sensible emocionalmente durante la menstruación. Una comunicación abierta y sincera es clave para asegurarse de que ambas partes se sientan cómodas.
      • Si surge cualquier molestia física o psicológica, es recomendable pausar la práctica, hablarlo y buscar alternativas.
    4. Evitar la succión fuerte en la zona vaginal
      • Con la menstruación, la zona puede estar más inflamada y sensible. Una succión excesiva podría resultar dolorosa. Siempre es preferible empezar con movimientos suaves y ajustarlos según las sensaciones.

    Recomendaciones adicionales para una mejor experiencia

    1. Comunicación durante toda la práctica
      • Es esencial que mantengas el diálogo abierto con tu pareja: pregúntale si se siente cómoda, qué ritmo prefiere, si desea variar la técnica, etc.
    2. Jugar con la iluminación y la ambientación
      • Si la visión de la sangre genera algún reparo, se pueden usar luces tenues o velas para reducir la visibilidad. Aun así, una iluminación suave y acogedora aumenta la sensación de intimidad.
    3. Prueba diferentes etapas del ciclo
      • La menstruación puede tener días de flujo más abundante y días de menor intensidad. Si resulta más cómodo, prueba a realizar sexo oral en los días de menor sangrado.
    4. Respeta los límites
      • Si la mujer no se siente lista para recibir sexo oral en ciertos días de la menstruación, es mejor posponerlo. La libertad de decisión y el consentimiento son indispensables.
    5. Considerar el factor hormonal
      • Muchas mujeres presentan cambios de humor, mayor sensibilidad emocional o incluso dolor de cabeza durante la regla. Elegir el momento adecuado para el encuentro sexual puede evitar malestares.

    Tabla de pautas rápidas

    Para facilitarte todo, te resumo toda esta información en una tabla que resume las pautas esenciales para llevar a cabo esta práctica con comodidad y placer:

    PautaAcción RecomendadaObservaciones
    Higiene previaBaño con jabón neutro + secado cuidadosoAyuda a reducir olores y bacterias
    Métodos de protecciónDental dam / preservativo / copa menstrual o tampónEvita contacto directo con la sangre y posible contagio de ITS
    Ambiente cómodoToalla oscura / sábanas rojas o negras / luz tenueFacilita la relajación y evita manchar
    ComunicaciónDiálogo abierto sobre preferencias y sensacionesAsegura mayor confianza y disfrute
    Respeto de límitesDetenerse si hay dolor o incomodidadPrevenir posibles molestias físicas o emocionales

    El aspecto emocional y la relación de pareja

    El sexo durante la menstruación, y más específicamente el sexo oral, puede suponer un paso importante en la relación de pareja, ya que implica romper ciertos mitos culturales y tabúes. Practicarlo o no debe basarse en la comodidad y el deseo de ambos. Algunos puntos importantes:

    • Refuerza la intimidad: Demuestra aceptación y complicidad.
    • Fomenta la confianza: Permite a la mujer sentirse deseada en un momento en el que, culturalmente, se ha asociado a malestar o poca sensualidad.
    • Comunicación y negociación: Si a uno de los dos no le agrada la idea, es vital respetar sus motivos y encontrar prácticas alternativas que satisfagan a ambos.

    Conclusión

    La menstruación no tiene por qué ser un impedimento para disfrutar de la vida sexual, incluyendo el sexo oral. Si bien es cierto que todavía existen muchos prejuicios y barreras psicológicas que pueden obstaculizarlo, la realidad es que, con una adecuada higiene, protección, comunicación y actitud abierta, el placer puede ser tan intenso o incluso mayor durante esos días del ciclo.

    Cada mujer y cada relación de pareja es distinta. Por ello, lo más importante es la comodidad y el consenso mutuo. Si para ambos es algo apetecible y no genera incomodidad, la menstruación puede convertirse en un momento de conexión y disfrute. Integrar la sexualidad a lo largo de todo el ciclo menstrual favorece una visión más natural y empoderada del cuerpo femenino.

    Si decides probar esta práctica, recuerda tomarte el tiempo necesario para prepararte física y emocionalmente, hablarlo con tu pareja y explorar diferentes opciones hasta encontrar lo que mejor se adapte a tus gustos y necesidades. ¡Disfruta de tu sexualidad sin tabúes y descubre nuevas maneras de conectar con tu cuerpo y tu pareja, incluso durante la menstruación!

    ¿Tienes más dudas o preguntas?

    Siempre es recomendable informarse y, si fuera necesario, consultar con un profesional de la salud (ginecólogo, sexólogo) para aclarar inquietudes concretas. Cada cuerpo es único y merece la atención y los cuidados que necesita para experimentar el placer de forma segura y plena.

  • Orgasmo Valle: la clave para un placer prolongado y profundo

    Orgasmo Valle: la clave para un placer prolongado y profundo

    Cuando pensamos en el orgasmo, solemos imaginar un momento de placer intenso y fugaz, seguido de una rápida caída en la excitación. Sin embargo, existe otro tipo de orgasmo menos conocido pero igual de poderoso: el orgasmo valle.

    Este concepto describe una experiencia orgásmica más sostenida, donde el placer se extiende en el tiempo en lugar de alcanzar un pico repentino. ¿Quieres aprender cómo experimentarlo? Sigue leyendo.

    ¿Qué es el Orgasmo Valle?

    El orgasmo valle es una forma de placer prolongado que se diferencia del orgasmo tradicional (o «orgasmo pico») en varios aspectos:

    • Mayor duración: Puede extenderse durante varios minutos sin una caída abrupta en la excitación.
    • Intensidad controlada: En lugar de un clímax explosivo, la sensación se mantiene constante y fluida.
    • Placer distribuido: No se concentra solo en los genitales, sino que puede expandirse por todo el cuerpo.
    • Sin agotamiento: No provoca la típica sensación de «descarga» o cansancio post-orgasmo.

    Esta experiencia es posible gracias a técnicas de control del placer y una conexión más profunda con la respiración y el cuerpo.

    Técnicas para Experimentar el Orgasmo Valle

    Para lograr un orgasmo valle, es fundamental aprender a controlar la excitación y distribuir la energía sexual de manera consciente. Aquí tienes algunas técnicas efectivas:

    1. Respiración Consciente

    La respiración es clave para regular la excitación y prolongar el placer.

    Cómo hacerlo:

    • Inhala profundamente por la nariz durante 4-5 segundos, llenando el abdomen.
    • Retén la respiración un par de segundos y exhala lentamente por la boca en 6-8 segundos.
    • Mantén este ritmo durante la actividad sexual para evitar una escalada rápida hacia el clímax.

    2. Técnica del «Edging» o Control del Clímax

    Esta práctica consiste en acercarse al punto de no retorno sin llegar a la eyaculación o al orgasmo.

    Cómo hacerlo:

    • Aumenta la estimulación hasta sentir que estás cerca del orgasmo (nivel 8-9 de excitación sobre 10).
    • Detén la estimulación o cambia el ritmo a algo más suave.
    • Repite este proceso varias veces para extender el placer sin llegar al clímax.

    3. Movilización de la Energía Sexual (Técnica Tántrica)

    Inspirada en la práctica tántrica, esta técnica permite distribuir la energía sexual por todo el cuerpo.

    Cómo hacerlo:

    • Cuando sientas la excitación acumulada, imagina que la energía asciende desde los genitales hasta la cabeza.
    • Contrae suavemente los músculos del suelo pélvico (como si quisieras detener el flujo de orina) al inhalar y relaja al exhalar.
    • Presta atención a las sensaciones en otras partes del cuerpo, como el pecho y el abdomen.

    4. Mindfulness y Atención Plena

    El enfoque en el momento presente potencia la experiencia sexual y evita distracciones.

    Cómo hacerlo:

    • Antes del encuentro, haz una breve meditación de 5 minutos para centrarte en la respiración y las sensaciones corporales.
    • Durante el sexo, concéntrate en cada caricia, sonido y sensación sin pensar en el orgasmo como meta.

    5. Control del Suelo Pélvico

    Fortalecer los músculos del suelo pélvico ayuda a regular la intensidad del placer.

    Cómo hacerlo:

    • Practica ejercicios de Kegel: contrae los músculos del suelo pélvico durante 3-5 segundos y relájalos. Repite 10-15 veces al día.
    • Durante el sexo, usa contracciones suaves para mantener la energía sexual distribuida.

    6. Conexión Emocional y Sexual Profunda

    La intimidad emocional potencia la calidad del orgasmo valle.

    Cómo hacerlo:

    • Mantén el contacto visual con tu pareja durante la intimidad.
    • Explora juegos previos prolongados y sin prisas.
    • Alterna entre momentos de intensidad y pausas suaves para crear un ritmo ondulante en la excitación.

    Beneficios del Orgasmo Valle

    Practicar estas técnicas no solo amplía tu capacidad de disfrutar del placer, sino que también tiene otros beneficios:

    • Mayor conexión con tu pareja y una experiencia sexual más profunda.
    • Reducción del estrés y aumento de la sensación de bienestar.
    • Mejor control de la excitación, lo que puede ayudar con la eyaculación precoz o la disfunción orgásmica.

    Conclusión

    El orgasmo valle es una forma de placer que transforma la experiencia sexual en algo más prolongado, consciente y placentero. No se trata de alcanzar un objetivo final, sino de disfrutar el proceso y explorar nuevas formas de conectar con el propio cuerpo y con la pareja.

    Si quieres empezar a experimentar este tipo de orgasmo, prueba estas técnicas y date el tiempo necesario para perfeccionarlas. La sexualidad es un camino de descubrimiento y evolución, y el orgasmo valle es una de sus expresiones más fascinantes.

    ¿Listo para transformar tu experiencia sexual? ¡Empieza a practicar hoy mismo!

  • 10 Zonas erógenas del cuerpo femenino que debes conocer

    10 Zonas erógenas del cuerpo femenino que debes conocer

    El placer femenino es un universo fascinante de sensaciones y respuestas que van más allá del clítoris y los genitales. Existen múltiples zonas erógenas que, cuando se estimulan correctamente, pueden generar un torrente de sensaciones intensas y hasta orgasmos inesperados.

    Si quieres mejorar tu conexión con tu pareja y explorar nuevas maneras de generar placer, aquí te presentamos 10 zonas erógenas del cuerpo femenino que no deberías pasar por alto.

    1. Orejas: el poder del susurro y la caricia sensorial

    Las orejas son una zona erógena a menudo subestimada. Sin embargo, están llenas de terminaciones nerviosas que pueden hacer que un simple susurro o un suave roce generen escalofríos de placer.

    Cómo estimularlas:

    ✔️ Susurra palabras sugerentes en su oído mientras besas suavemente el lóbulo.
    ✔️ Juega con tu lengua en la parte externa e interna de la oreja.
    ✔️ Sopla levemente para generar una sensación de hormigueo.

    Momento ideal: Durante los juegos preliminares o cuando quieras excitarla discretamente en público.

    2. Parte interna de los muslos: el preámbulo del placer

    La parte interna de los muslos es altamente sensible debido a su cercanía con los genitales, lo que la convierte en una zona clave para la anticipación del placer.

    Cómo estimularla:

    ✔️ Pasa tus dedos suavemente por la zona, sin tocar directamente sus genitales.
    ✔️ Alterna caricias con besos lentos y húmedos.
    ✔️ Usa tu lengua para recorrer su piel en dirección ascendente, generando expectativa.

    Momento ideal: Antes del sexo oral o durante el masaje erótico.

    3. Parte interna de la muñeca: sensibilidad inesperada

    La piel en la parte interna de la muñeca es extremadamente fina y está llena de terminaciones nerviosas, lo que la convierte en una zona perfecta para generar pequeños impulsos de placer.

    Cómo estimularla:

    ✔️ Toca suavemente la zona con las yemas de los dedos.
    ✔️ Roza la parte interna de la muñeca con tus labios o con la punta de la lengua.
    ✔️ Si están en público, tócale sutilmente esta zona mientras la miras con deseo.

    Momento ideal: Durante el coqueteo previo o en los momentos íntimos en la cama.

    4. Espalda baja: el centro de la relajación y el deseo

    La conexión entre la espalda baja, el suelo pélvico y el abdomen hace que esta zona sea clave para la relajación y la excitación.

    Cómo estimularla:

    ✔️ Masajea con movimientos circulares utilizando las palmas de tus manos.
    ✔️ Acompaña la estimulación con besos suaves en la columna.
    ✔️ Usa aceites esenciales para aumentar la sensación de bienestar.

    Momento ideal: Como parte de un masaje sensual antes del encuentro sexual.

    5. Punto G: el epicentro del placer interno

    El punto G es una zona erógena interna ubicada a unos 3-5 cm dentro de la vagina, en la parte frontal. Su estimulación adecuada puede provocar orgasmos intensos e incluso eyaculación femenina.

    Cómo estimularlo:

    ✔️ Usa tus dedos con un movimiento de “ven aquí”.
    ✔️ Aplica suficiente lubricación para mayor comodidad.
    ✔️ Prueba con vibradores curvos diseñados específicamente para esta zona.

    Momento ideal: Cuando la excitación ya ha aumentado y el cuerpo está listo para recibir más estimulación.

    6. Labios: el arte del beso apasionado

    Los labios son una de las primeras zonas erógenas en activarse durante el deseo sexual. Un buen beso puede encender todo el cuerpo.

    Cómo estimularlos:

    ✔️ Juega con la lengua recorriendo lentamente sus labios.
    ✔️ Chupa o mordisquea suavemente su labio inferior.
    ✔️ Alterna entre besos lentos y apasionados para mantener el suspenso.

    Momento ideal: En cualquier fase del encuentro, desde el inicio hasta el clímax.

    7. Nuca: el toque que enciende la piel

    El cuello y la nuca son extremadamente sensibles, y un simple roce puede generar escalofríos de placer.

    Cómo estimularla:

    ✔️ Pasa las uñas suavemente por la parte posterior del cuello.
    ✔️ Besos y mordiscos suaves detrás de las orejas aumentarán la excitación.
    ✔️ Complementa con caricias en el cabello para intensificar la sensación.

    Momento ideal: En los juegos preliminares o como un gesto cariñoso en cualquier momento.

    8. Pezones: la conexión con el placer genital

    Los pezones son una zona altamente erógena con una conexión directa con la zona genital en el cerebro. Estimularlos puede generar un orgasmo por sí mismo.

    Cómo estimularlos:

    ✔️ Usa la lengua para lamer y succionar suavemente.
    ✔️ Juega con diferentes temperaturas (cubitos de hielo o aliento cálido).
    ✔️ Pellizca o masajea suavemente con los dedos mientras mantienes el contacto visual.

    Momento ideal: Durante el juego previo o incluso como el centro de atención del placer.

    9. Puntas de los dedos y palmas: una conexión sutil pero intensa

    Las manos están llenas de terminaciones nerviosas que pueden proporcionar sensaciones placenteras y aumentar la intimidad.

    Cómo estimularlas:

    ✔️ Entrelaza los dedos y acaricia la palma con tu pulgar.
    ✔️ Usa movimientos circulares suaves para estimular cada dedo.
    ✔️ Roza sus palmas con la punta de tu lengua.

    Momento ideal: En momentos de intimidad emocional o durante el preámbulo del placer.

    10. Cuero cabelludo: el placer de un buen masaje

    Un masaje en el cuero cabelludo no solo es relajante, sino que puede encender el deseo sexual si se hace de la manera correcta.

    Cómo estimularlo:

    ✔️ Masajea con las yemas de los dedos, aplicando presión suave.
    ✔️ Juega con su cabello, tirando suavemente o enredando los dedos en él.
    ✔️ Agrega música sensual para mejorar la experiencia.

    Momento ideal: Durante una sesión de caricias o como inicio de un encuentro erótico.

    Conclusión

    El placer femenino es un mundo lleno de posibilidades que va mucho más allá de la estimulación genital. Conocer estas 10 zonas erógenas y explorarlas de manera consciente puede transformar la intimidad, generando conexiones más profundas y orgasmos más intensos.

    Recuerda que cada mujer es única, por lo que la clave está en la comunicación y la exploración mutua. ¿Listo para descubrir un nuevo nivel de placer? 🔥💋