19 El Manifiesto Cunnilingüista

«De cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades» Manifiesto Comunista

«A ella según tus capacidades, de ti según sus necesidades”. Manifiesto Cunnilingüista

No hay nada como las palabras rotundas para despertar el corazón y el espíritu de los hombres. Ahora que nos acercamos a la Segunda parte, en la que nos centraremos en una serie de técnicas orales específicas, conviene que pensemos en la Primera parte como en un Manifiesto, una llamada a la acción que nos urge ante todo y sobre todo a:

  • Respetar el proceso de excitación femenina.
  • Posponer nuestra gratificación en aras del placer mutuo.
  • Conocer y apreciar el clítoris en todos sus aspectos.
  • Estimular el clítoris adecuadamente a lo largo de todo el proceso de respuesta sexual.
  • Prescindir de la visión tradicional que exalta la penetración genital como el culmen del placer sexual.
  • Liberarse de estereotipos, prejuicios y clichés.
  • Ser pacientes, respetuosos, sensibles y tiernos.
  • Enfocar la actividad hacia el placer en lugar de hacia el objetivo.
  • Abordar cada acción como un proceso único para dar y recibir, para descubrir y aprender.
  • Entregarse con seriedad, generosidad y entusiasmo, aun cuando se trate de una de una relación casual y no duradera.

Claro que es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Incluso Karl Marx reconocía que para transformar las palabras en hechos era necesario contar con unas sólidas condiciones objetivas. La revolución cunnilingüista no puede subestimar las insidiosas fuerzas del miedo, la vergüenza y la ignorancia.

Recibir el cunnilingus puede ser fuente de ansiedad y de profundos conflictos para algunas mujeres. ¿Quién conoce a ciencia cierta su bagaje emocional? No debemos dar nada por sentado. El cunnilingus implica una profunda desnudez, una vulnerabilidad que hemos de respetar y honrar. Ella se expone a ser vista, olida, saboreada y observada por completo; permite la exploración de una parte de su cuerpo que aun para ella puede ser desconocida y misteriosa. Puede pensar que su vulva es fea, impura, imprevisible en sus secreciones, rara o maloliente. Puede insistir en hacer el amor a oscuras, tanto en sentido literal como en sentido figurado.

Un buen cunnilingüista debe mostrarse comprometido, seguro y confiado. Si ella percibe la menor ambivalencia, impaciencia o falta de sinceridad, nuestros esfuerzos serán en vano. Sólo la confianza permitirá que la mujer se adentre en esa zona de su ser más profunda e instintiva, en ese lugar donde puede renunciar a toda inhibición y rendirse a dulzura, la humedad y la calidez de la lengua.

Para ello deben darse las tres garantías del Manifiesto Cunnilingüista:

  • Estimular su vulva te excita; lo disfrutas tanto como ella.
  • No hay prisa; ella dispone de todo el tiempo del mundo y tú deseas saborear cada momento.
  • Su aroma es erótico y su sabor intenso: todo emana de una misma y hermosa esencia.