Una vez establecidos los fundamentos pasaremos a discutir la estructura de la trama, que es lo primero y lo principal.
Han pasado dos mil quinientos años desde que el filósofo griego Aristóteles esbozara en su atemporal Poética los elementos básicos de la tragedia griega y buena parte de lo que hoy entendemos por esencia de la narración.
El proceso de excitación sexual, como una gran obra literaria, posee una estructura propia, una narración que consta de planteamiento, nudo y desenlace, donde cada uno de los elementos ocupa su lugar natural en el conjunto de la secuencia narrativa. Las zonas de la red clitorídea descritas en los capítulos anteriores son como los personajes de una obra de teatro, que interactúan o entran y salen de escena según las claves del texto.
Aristóteles subrayó la importancia de la trama: la llamada a la acción que pone en marcha una serie de acontecimientos para desplegarlos cronológicamente en una secuencia unitaria y orgánica; la fuerza motriz que se opone al caos y gobierna la disposición de las escenas; la estructura que confiere orden y sentido a las distintas partes de la narración y las entreteje en un todo organizado (“con un planteamiento, un nudo y un desenlace”). Lo principal es la estructuración de los hechos. Si uno se elimina o se sitúa donde no corresponde, el conjunto se verá alterado y perderá su conexión.
Cuerpo y mente son llamados a la acción en el drama de la excitación sexual; la tensión crece hasta alcanzar una cumbre, el clímax, al que sucede la relajación. Masters y Johnson bautizaron esta secuencia como “ciclo de respuesta sexual”, mientras que otros estudiosos del sexo, como Beverly Whipple y Barry Komisaruk lo han denominado “proceso orgásmico”; sin embargo, todos ellos han descrito cómo se desarrolla una serie de acontecimientos que parecen responder a una pauta casi establecida, de tal modo que el éxito de una etapa depende de la ejecución satisfactoria de la fase anterior. Masters y Johnson dividen el proceso de respuesta sexual en cuatro fases: excitación, plataforma, orgasmo y resolución. La estimulación rítmica y regular permite construir cada fase sobre la anterior para crear y liberar la tensión sexual.
En la Segunda parte de este libro, concretamente en la sección dedicada a las técnicas específicas, nos referiremos al ciclo de respuesta sexual que engloba a su vez tres fases diferenciadas: los prolegómenos, el nudo argumental y el desenlace.
Con esta idea en mente, pasemos sin más a ofrecer un resumen de cómo se genera la respuesta sexual.