33 La escalada de la acción: Segunda parte

BAJO PRESIÓN: EL CLÍTORIS

Es hora de empezar a aplicar más presión sobre el clítoris con la boca; mucha más. En este punto del proceso de respuesta sexual la estimulación en forma de presión constante sobre el glande del clítoris es quizá la técnica más importante para que ella llegue al orgasmo. Los otros tres factores esenciales son:

  • El ritmo de tu lengua sobre el glande del clítoris.
  • La presión de los dedos contra el nódulo.
  • El soporte de tu mano bajo sus nalgas.

La combinación de estos cuatro elementos facilita el orgasmo femenino oralmente inducido.

  • Presiona con la lengua quieta y plana. Aprieta cuanto puedas con la lengua el glande del clítoris. Automáticamente, ella empujará la vulva para sentir tu lengua.

Ha llegado el momento de introducir un aspecto clave de la estimulación oral: la presión con la encía.

  • Levanta el labio superior para presionar con la encía la comisura anterior, la zona de tejido sensible situada justo encima del glande (si te resulta difícil usar la encía puedes emplear el labio superior).
  • Empieza por aplicar una presión suave y auméntala progresivamente a medida que notes que ella se siente cómoda. Aunque la comisura anterior no es tan sensible al tacto como el glande, contiene sin embargo abundantes terminaciones nerviosas, pues bajo ella se encuentra la caña del clítoris. La presión con la encía tiene la ventaja de que mientras estimulas la comisura anterior puedes seguir lamiendo hábil y fácilmente el glande, el frenillo, el capuchón y los labios menores.
  • Igual que cuando dejas la lengua quieta y plana, deja que sea ella quien marque el ritmo. Permítele que se sirva de tu encía como un elemento de resistencia que ofrece la fricción necesaria para el orgasmo.

DE ABAJO ARRIBA

Debes saber que la presión con la encía puede producirte una sensación fuerte, incluso un ligero dolor, especialmente cuando ella está a punto de alcanzar el orgasmo.

Si necesitas tomarte un respiro, presiona contra el frenillo que, por fortuna y al igual que otras zonas sensibles de la red clitoridiana, es rico en terminaciones nerviosas; además, al estar muy cerca del glande, puedes seguir estimulando éste con la lengua.

  • Presiona el frenillo con el dedo pulgar para aplicar un masaje al tejido y al hueso púbico. Asegúrate de que la punta del pulgar está justo debajo de la lengua mientras sigues lamiendo.

Puedes usar un vibrador para presionar el frenillo, una zona que soporta muy bien la presión. Debes apoyar la punta del vibrador bien acoplada bajo el glande. Mientras lames la cabeza del clítoris, la punta del vibrador debe quedar por debajo de la lengua (notarás ligeramente el zumbido) y el mango del vibrador bajo tu barbilla. Si quieres saber más sobre cómo incorporar un vibrador consulta la sección del Apéndice titulada “Juguetes útiles”.

Mientas presionas la comisura anterior con la encía, o el frenillo con el pulgar o un vibrador, lo importante es producir un punto de resistencia para aumentar la fricción y generar la oportuna tensión sexual.

[DIBUJO Presión con las encías output_page-177.jpg]

[DIBUJO Presión con las encías y pellizco perineal output_page-177.jpg]

TODOS JUEGAN

Es hora de combinar la presión de la encía con los movimientos en forma de gancho. Es esta mezcla de presión constante en la región clitoridiana, tanto por dentro como por fuera, lo que transporta a la mujer hasta la fase inmediatamente anterior al orgasmo.

  • Mantén la presión con la encía entre 5 y 10 segundos y varíala luego con movimientos de lengua: breves pasadas horizontales sobre el glande de derecha a izquierda o verticales desde abajo.
  • Continúa aplicando la estimulación manual con los dedos en forma de gancho.
  • Presiona el frenillo con el pulgar.
  • Emplea la otra mano (la que sujeta sus nalgas) para estimular el perineo. Si la mano sujeta las nalgas horizontalmente, gírala para ponerla en posición vertical, en línea con la abertura de las nalgas. El pulgar quedará libre y dispuesto para estimular el perineo por fuera.

Por si no lo sabías, ya eres un profesional. Estás estimulando todas las zonas claves de la red clitoridiana, tanto las visibles como las ocultas, y llamándolas a todas a la acción.

REPASEMOS

  1. En este capítulo hemos visto la importancia de aplicar presión externa en la región que rodea la cabeza del glande.
  2. Hemos introducido la técnica de presionar con la encía la comisura anterior o de presionar el frenillo con la punta del dedo o con un vibrador. Lo importante es mantener la presión constante y generar un punto de resistencia mientras continúas estimulando el glande con la lengua.
  3. Deja que ella establezca la pauta del ritmo y de la presión.
  4. Hemos aprendido a combinar la presión con los dedos en gancho para estimular el nódulo con la presión de la encía sobre la comisura anterior y de la lengua sobre el glande, además de estimular manualmente el frenillo y el perineo.