PREPARADOS
No subestimes nunca la importancia de la primera impresión, especialmente la de tus labios en su vulva. El primer beso en la vulva de una mujer suele ser el más delicioso de todos y es capaz de dejarla literalmente sin aliento.
Afronta el momento como si de un gran acontecimiento se tratara, como si saborearas el primer sorbo de un vino muy caro que has estado reservando para una ocasión especial. No descorches la botella y empieces a beber: deja que el vino respire, olfatea y paladea su buqué, admira su cuerpo, observa su tono y su color antes de dar el anhelado primer sorbo. Permítete apreciar la experiencia en su totalidad.
- Acaricia el vello púbico (Monte de Venus) con los dedos.
- Juguetea con ella todo lo que puedas. Bésale suavemente la cara interior de los muslos y la zona de piel suave próxima a la vulva. Bésale despacio y con besos sonoros, en los labios mayores y menores, incluso en la parte superior del glande, pero sólo con los labios, sin usar la lengua. El primer beso no es para establecer contacto con el clítoris sino para apreciar toda la región genital.
- Respira sobre su vulva; échale tu aliento caliente.
- Sopla muy suavemente sobre su glande.
- Si aún no se ha quitado la ropa interior, bésala a través de la tela. Luego retírala despacio hacia un lado para dejar al descubierto una vulva húmeda y brillante.
ATENCIÓN: Nunca soples en la vagina como si quisieras llenarla de aire. Es muy peligroso: puede producir una embolia y causar la muerte. Respira por encima, sopla suavemente por fuera, nunca por dentro.
LISTOS
Antes del primer beso tómate un momento para reconocer la presencia de la vulva, tu compañera en el placer. Prepárate mentalmente para la experiencia. Recuerda que tu propósito es conducir a tu pareja hasta el orgasmo.
Es el momento de recordarle las tres garantías del Manifiesto Cunnilingüista (véase Primera parte, capítulo 20):
- Sus genitales te excitan tanto como a ella.
- No hay prisa; tenéis todo el tiempo del mundo. Quieres saborear cada instante.
- Su olor es provocativo, su sabor intenso: todo emana de una misma y hermosa esencia.
Como un invitado que llega a una fiesta largamente esperada, comunica a tu anfitriona cuánto te emociona estar allí, lo guapa que está y las ganas que tienes de saborear el banquete que se avecina. Haz que se sienta cómoda. Refuerza este momento con una mirada intensa que refleje todo esto que te comento.
Bromea, provócala, tiéntala, hazle pensar que nunca va a conseguir lo que desea y luego, cuando esté a punto de volverse loca, dáselo.
EL BESO
Dale el primer lametón como si saborearas un helado despacio, de abajo arriba. Demórate; que dure. Saboréalo bien. Empieza en la base de la antesala vaginal, en la horquilla, y asciende desde ahí.
- Abarca los labios menores en toda şu longitud y deja descansar un momento la lengua en el frenillo, la región situada justo debajo del glande.
- Cuando llegues al glande, acarícialo como si la lengua fuera una pluma antes de pasar a la comisura anterior (la zona situada justo encima del glande).
- Presiona sobre la comisura con la punta de la lengua y siente debajo la sinuosa caña del clítoris.
- Mientras la besas despacio de arriba abajo, puedes presionar ligeramente o acariciar con un dedo en el perineo (la región epidérmica situada debajo de la antesala vaginal).
- Mientras lames la antesala vaginal de arriba abajo, coloca una mano sobre el Monte de Venus y tira suavemente hacia el abdomen para tensar la piel y contraer la antesala de la vagina. De este modo podrás emborracharte con sus sensibles labios menores mientras la estás lamiendo.
- Si prefieres una postura alternativa a la estándar, sujétala por las caderas antes del primer beso y levántale las piernas de manera que sólo las nalgas se apoyen sobre la cama y la vulva quede completamente expuesta.
Hagas lo que hagas, hazlo despacio y con calma, de abajo arriba, disfrutando de cada etapa del viaje. Ahora que ya le has regalado el primer beso (un lametón intenso y prolongado), apoya la lengua plana en la antesala de la vagina para abarcar la vulva en su totalidad. Tómate un momento para sentir el eco de la experiencia.
Asegúrate de que es “amor al primer lametón”.
ANTES DE CONTINUAR DEBES SABER QUE…
No todos los besos se producen en el mismo contexto. A veces concurren circunstancias atenuantes. Consulta un momento el Apéndice si deseas saber algo más sobre alguna de las siguientes situaciones:
- El Beso Precavido: aprende a usar los artículos para evitar contagios.
- El Beso Escarlata: en contra de la creencia popular, puedes disfrutar del cunnilingus aunque ella esté menstruando y tener una experiencia absolutamente placentera y libre de flujo.
- El Beso Virginal: para hombres y mujeres que se estrenan en los goces del cunnilingus.
- El Beso Embarazado: conoce los pros y los contras de ofrecer placer en un momento en que la liberación de la tensión sexual es más importante que nunca.
REPASEMOS
En este capítulo hemos analizado la importancia del primer beso. Aprovechalo como una oportunidad de expresar tu entusiasmo ante lo que está por venir, pero canaliza tu emoción en un beso lento y tierno que abarque la vulva en su totalidad, sin limitarse al glande.
Recuerda que en el cunnilingus la primera impresión es muy importante.