47 Rutinas: para principiantes y avanzados

RUTINA 1 – Nivel Principiante

He aquí unas técnicas básicas para familiarizarse con los movimientos de lengua esenciales. El uso de los dedos es mínimo en esta fase. Lo que aquí importa es observar la respuesta sexual.

Primera fase. El primer beso (menos de un minuto)

LENGUA: Pasadas largas y lentas, de abajo arriba; lo más suaves y ligeras posible.

MANOS: Las dos manos bajo las nalgas; piernas ligeramente separadas. Sujeción firme.

Segunda fase. Marcar el ritmo (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Lametones verticales y entrecortados (cinco), seguidos de pasadas de lengua más largas sobre el glande del clítoris. Concéntrate en los labios y en el frenillo; lame el clítoris con pasadas de lengua completas, no con movimientos entrecortados.

DEDOS: Introduce ligeramente el índice en la antesala de la vagina.

MANOS: Retira una mano de las nalgas para introducir del dedo y abarca firmemente con la otra las dos nalgas.

Tercera fase. Aumento de la tensión (de cinco a diez minutos)

LENGUA: Alterna lametones verticales y horizontales. En los verticales, limitarte a rozar el glande sin llegar a alcanzarlo del todo. Concéntrate en rozar el glande en los movimientos horizontales. Haz un pasada horizontal por cada cinco verticales.

DEDOS: Mantén un solo dedo en la antesala de la vagina. Concéntrate en sentir los músculos pélvicos. Estimula con otros dedos la vulva y el perineo.

MANOS: Continúa sujetando.

Cuarta fase. Escalada (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Sigue aplicando lametones verticales y horizontales. Presiona el glande con la lengua y mantén la posición por espacio de cinco segundos.

DEDOS: Introduce un segundo dedo en la antesala de la vagina. Presiona los dedos contra el techo vaginal. Siente el nódulo clitoridiano.

MANOS: Sin dejar de sujetar las dos nalgas, intenta estimular el perineo con el pulgar.

Quinta fase. Preorgasmo (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Presiona el glande con la lengua. Concéntrate en la presión y lame despacio al tiempo que creas resistencia. Deja que ella se mueva contra tu lengua.

DEDOS: Con dos dedos dentro de la vagina (la palma de la mano hacia arriba), estimula el frenillo con el pulgar, aplicando la presión necesaria. Mantén los dedos dentro, pero dando ahora prioridad al pulgar sobre el frenillo.

MANOS: Empuja con la mano para mantener el contacto con el clítoris; mantén la posición. Asegúrate de que sus piernas están lo más cerradas posible. Debes sentir la presión de la cara interna de los muslos en la mano que se encuentra en la antesala vaginal.

Sexta fase. Orgasmo (menos de un minuto)

LENGUA: Presiona el glande del clítoris con la lengua. Siente cómo ella se aprieta contra ti. Mantén la presión. Observa las contracciones orgásmicas sin modificar la postura. Una vez han concluido las contracciones, pasa la lengua ligeramente una sola vez sobre el glande. Notarás que ella se aleja al sentir el roce.

DEDOS: Siente la presión de sus músculos pélvicos en tus dedos. Continúa presionando el frenillo con el pulgar.

MANOS: Concéntrate en mantener la posición mientras ella entra en la fase de contracciones orgásmicas. Empuja las nalgas hacia arriba y mantén el glande alineado con la lengua.

COMENTARIOS: Pon toda la atención en observar el proceso de respuesta sexual y las reacciones que provoca tu lengua. Mueve la lengua despacio y con dulzura, sin estimular en exceso el glande demasiado pronto. Hacia el final del proceso, deja que ella marque el ritmo y se mueva contra ti y céntrate en sujetarla y mantener el contacto directo con el clítoris durante el orgasmo final. En caso necesario, incorpora un vibrador como sustituto de los dedos y céntrate en los movimientos de tu lengua.

RUTINA 2 – Nivel Principiante

Los movimientos de la lengua son básicamente los mismos que en el caso anterior, pero los dedos y las encías intervienen aquí de un modo más activo.

Nivel. Principiante

Primera fase. El primer beso (menos de un minuto)

LENGUA: Pasadas largas y lentas, de abajo arriba, lo más ligeras y suaves posible.

DEDOS: Con la mano libre, presiona el monte de Venus para tensar la antesala vaginal.

MANOS: La otra mano sujeta las nalgas; el pulgar estimula el perineo.

Segunda fase. Marcar el ritmo (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Lametones verticales y entrecortados (cinco), seguidos de pasadas largas que abarquen el glande en su totalidad. Concéntrate en el frenillo y en los labios menores; abarca el clítoris sólo con una pasada de lengua larga y completa, nunca con lametones entrecortados.

DEDOS: Mantén la presión sobre el monte de Venus; la antesala de la vagina se tensa y el glande queda más expuesto a la lengua.

MANOS: Continúa estimulando el perineo con el pulgar sin dejar de sujetar las nalgas.

Tercera fase: Aumento de la tensión (de cinco a diez minutos)

LENGUA: Alterna pasadas verticales y horizontales. Mientras lames en sentido vertical, roza ligeramente el glande sin llegar a alcanzarlo. Abarca el clítoris con la lengua en sentido horizontal. Haz una pasada horizontal por cada cinco verticales.

DEDOS: Introduce ligeramente el índice en la antesala de la vagina y muévelo con la punta hacia arriba en forma de gancho contra el techo, el suelo vaginal y las paredes laterales, al tiempo que sigues lamiendo. Concéntrate en presionar con el dedo el nódulo clitoridiano y el techo de la vagina durante intervalos más largos, así como el tejido perineal del suelo vaginal.

MANOS: Sigue sujetando las nalgas y estimulando el perineo con el pulgar.

Cuarta fase: Escalada (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Presiona la comisura anterior con la encía o el labio superior. Sigue lamiendo en sentido vertical y horizontal.

DEDOS: Introduce un segundo dedo en la antesala de la vagina y mueve los dos en forma de gancho. Engancha el nódulo y mantén la posición. Gira luego para enganchar el tejido perineal.

MANOS: Mientras sujetas las nalgas, estimula la zona anal con el pulgar.

Quinta fase. Preorgasmo (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Presiona la comisura anterior con la encía o el labio superior. Sigue pasando la lengua en sentido vertical y horizontal.

DEDOS: No dejes de presionar el nódulo y realiza movimientos en forma de gancho sin perder el contacto con él; estimula el frenillo con el pulgar.

MANOS: Continúa sujetando las nalgas y estimulando la zona anal.

Sexta fase. Orgasmo (menos de un minuto)

LENGUA: Concéntrate en presionar el glande con la lengua. Usa las encías como punto de resistencia a los movimientos de ella.

DEDOS: Cuando sientas las contracciones del orgasmo, mantén la presión en el nódulo y el frenillo.

MANOS: Mantén la posición cuando empiecen las contracciones. Empuja las nalgas hacia arriba para mantener el clítoris alineado con la lengua.

COMENTARIOS: Esta rutina se centra en la presión adicional de la encía y los dedos. Comprende el equilibrio que debe existir entre presión y lametones.

RUTINA 3 – Nivel Intermedio

Aquí se introducen movimientos de lengua más complicados, en combinación con los dedos. Interviene también la estimulación anal. Se trata de unas técnicas básicas para estimular completamente todas las zonas principales.

Primera fase. El primer beso (menos de un minuto)

LENGUA: Lametea un rato los labios menores antes de alcanzar la cabeza del clítoris.

DEDOS: Pellizca el tejido perineal mientras le das el primer

beso. El dedo índice debe estar dentro y el pulgar fuera.

MANOS: Sujeta las nalgas y masajea con la punta de los dedos.

Segunda fase. Marcar el ritmo (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Alterna movimientos verticales y horizontales. Introduce movimientos en diagonal.

DEDOS: Estimula el nódulo con un solo dedo. Masajea la zona situada detrás del frenillo con el índice al tiempo que presionas desde fuera con el pulgar.

MANOS: Estimula el perineo con el pulgar.

Tercera fase. Aumento de la tensión (de cinco a diez minutos)

LENGUA: Presiona con la encía. Introduce nuevos movimientos de lengua: un barrido literal o un buen lametón, alternando momentos en los que la lengua queda quieta y plana con suaves lametones del glande.

DEDOS: Introduce otro dedo en la antesala vaginal. Sigue pellizcando el nódulo con la punta del dedo, pero levanta las puntas para estimular el nódulo y el techo vaginal. Continúa estimulando el frenillo con el pulgar.

MANOS: Mantén la posición y estimula el perineo con el pulgar.

Cuarta fase. Escalada (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Sigue realizando los mismos movimientos que en la fase anterior, pero intensifica ahora la tensión de la encía. Intenta rozar la comisura anterior y la parte superior del glande con los dientes. Presiona con los dientes la región del clítoris.

DEDOS: Mantén la posición de gancho en el frenillo y en el nódulo.

MANOS: Frota la región anal con el pulgar sin soltar las nalgas.

Quinta fase. Preorgasmo (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Intensifica la presión con la encía. Realiza con la lengua movimientos más variados y de ritmo más imprevisible. Introduce un elemento disonante en el proceso.

DEDOS: Sin perder la posición, masajea el nódulo con la punta del dedo.

MANOS: Introduce la punta del pulgar en el ano.

Sexta fase. Orgasmo (menos de un minuto)

LENGUA: Mantén la presión de la encía. Cuando sientas las contracciones del orgasmo, lametea suavemente con la lengua realizando movimientos rápidos para rematar el orgasmo.

DEDOS: Cuando sientas las contracciones del orgasmo, mantén la presión con la punta del dedo sobre el nódulo y la punta del pulgar sobre el frenillo.

MANOS: Concéntrate en que sus piernas estén juntas para manntener en todo momento el contacto con el clítoris y la punta del pulgar en el ano. Observa las contracciones del esfínter además de las de los músculos del suelo pélvico.

COMENTARIOS: Hemos integrado ya todos los elementos principales. Los dedos de una mano estimulan especialmente el nódulo y el frenillo, mientras el pulgar de la otra estimula el ano. La lengua realiza movimientos más variados, introduciendo en el ritmo una imprevisible nota que intensifica el placer. Durante el orgasmo, además de mantener la presión en todas las zonas, estás rematando el proceso con lametones rápidos y ligeros.

RUTINA 4 – Nivel Intermedio

Destinada a mejorar las técnicas básicas descritas en la Rutina 3.

Primera fase. El primer beso (menos de un minuto)

LENGUA: Lametea un rato los labios menores antes de alcanzar la cabeza del clítoris. O vuelve a dar lametones largos y lentos.

DEDOS: Pellizca el tejido perineal mientras das el primer beso, con el índice dentro y el pulgar fuera.

MANOS: Sujeta las nalgas y masajea con la punta de los dedos.

Segunda fase. Marcar el ritmo (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Alterna movimientos verticales y horizontales. Introduce movimientos en diagonal.

DEDOS: Usa el índice y el pulgar para pellizcar el perineo: el pellizco perineal.

MANOS: Coloca a tu pareja de costado y sepárale las piernas.

Tercera fase. Aumento de la tensión (de cinco a diez minutos)

LENGUA: Mientras ella sigue de costado y con las piernas separadas, concéntrate en lamerla por dentro. Empieza con la lengua sobre el frenillo, mueve la lengua de dentro afuera y termina en el glande.

DEDOS: Introduce otro dedo y sigue pellizcando el perineo con fuerza.

MANOS: Mientras ella sigue de costado y con las piernas separadas, introduce la punta del pulgar en el ano.

Cuarta fase. Escalada (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Regresa a la posición estándar y presiona con la encía. Roza con los dientes la comisura anterior y el glande. Presiona toda la región del clítoris con los dientes.

DEDOS: Continúa pellizcando el frenillo y el nódulo.

MANOS: Frota la región anal con el pulgar sin dejar de sujetar las nalgas.

Quinta fase: Preorgasmo (de tres a cinco minutos)

LENGUA: Intensifica la presión con la encía. Realiza con la lengua movimientos más variados y de ritmo más imprevisible. Introduce un elemento espontáneo en el proceso.

DEDOS: Introduce un tercer dedo para abrir la antesala de la vagina. Sin perder la posición, masajea el nódulo con la punta del dedo. Puedes emplear también la técnica de “abajo arriba” para deslizar un brazo por debajo de una de sus piernas e introducir los dos dedos restantes. Golpea ligeramente el frenillo con el índice.

MANOS: Introduce la punta del pulgar en el ano.

Sexta fase. Orgasmo (menos de un minuto)

LENGUA: Sigue presionando con la encía. En el momento que sientas las contracciones del orgasmo, lametea suavemente con la lengua realizando movimientos rápidos para intensificar el orgasmo.

DEDOS: Cuando sientas las contracciones del orgasmo, mantén la presión en el nódulo y en el frenillo. Si estás en posición de “abajo arriba”, aumenta la fuerza de los toques del índice sobre el frenillo.

MANOS: Mantén sus piernas juntas para no perder el contacto con el clítoris y continúa con la punta del pulgar en el ano. Masajea el ano mientras ella alcanza el orgasmo y retira suavemente el dedo cuando empiecen las contracciones.

COMENTARIOS: En este caso hemos cambiado la postura de nuestra pareja en la fase de “aumento de la tensión” para lamer el nódulo clitoridiano. Hemos vuelto luego a la rutina básica, pero introduciendo un tercer dedo y proponiendo también la posición de “abajo arriba” como alternativa al pellizco; hemos masajeado la zona anal durante el orgasmo.

RUTINAS AVANZADAS

Cuando hayas logrado dominar la rutina intermedia básica, así como las variaciones de la Rutina 4, ya estarás en situación de improvisar y diseñar tus propias rutinas, descubrir nuevas técnicas y buscar enfoques innovadores que exijan un mayor grado de conciencia y destreza.

RUTINA 5. EL JUEGO

En este caso se usa casi exclusivamente la lengua para estimular las zonas visibles de la red clitoridiana; los dedos no trabajan. Los movimientos de la lengua sobre la superficie de la vulva deben ser sumamente ligeros y dulces. De este modo ella se adentrará en el juego de llegar al orgasmo cada vez más despacio, y cuando lo consiga será intenso y ligero; no tendrá la amplitud resultante de la estimulación de las zonas internas del clítoris.

  • No introduzcas ningún dedo y emplea tus manos para modificar la posición de tu pareja y el ángulo de su vulva con tu lengua.
  • Levántale las piernas con las dos manos y sujeta las nalgas hacia arriba, o levanta una sola pierna; colócala de costado con las piernas abiertas y roza con la lengua el techo vaginal y el nódulo clitoridiano.
  • En general, quédate en la superficie. Haz lo más parecido a lamerla sin llegar a lamerla, y roza luego el glande.
  • Separa los labios menores con los pulgares para revelar por completo el glande y el capuchón y pasa la lengua por toda la zona.
  • Esta técnica es un auténtico martirio. Intercala las pasadas de lengua con momentos en que dejas la lengua quieta y plana y dejas que tu pareja se mueva contra ella, pero no permitas que se produzca tanta fricción o resistencia como cuando usas los dedos y la encía.
  • Cuando ella llegue a la fase del preorgasmo (lo que puede llevarle un buen rato), ciérrale las piernas sin que eso te impida el acceso a la vulva y coloca una mano bajo las nalgas.
  • Presiona el monte de Venus con la mano libre para tensar la antesala de la vagina. Sigue lamiendo el glande hasta que alcance el orgasmo.

RUTINA 6. EL TAO DEL CUNNILINGUS

Las prácticas sexuales taoístas están generalmente pensadas para el coito y ponen de relieve una serie de principios esenciales: posponer la gratificación masculina y subrayar la importancia de la satisfacción femenina; controlar y prolongar la eyaculación (no alcanzas el orgasmo siempre que practicas el sexo); y comprender que orgasmo no es lo mismo que eyaculación. Este último aspecto es más relevante para los hombres, en la medida en que los invita a identificar el momento en que están a punto de alcanzar el orgasmo para retroceder. (Cuando oigas hablar a alguien de “orgasmos múltiples” y de “toda la noche sin parar”, seguramente se referirá a esto: llegar muchas veces al límite y retroceder, en lugar de eyacular repetidamente.

Puesto que las mujeres tienen una capacidad real para experimentar múltiples orgasmos, la diferencia entre preorgasmo y orgasmo, así como la importancia de retroceder al llegar al límite, no es en su caso tan importante. Sin embargo, puedes intensificar el orgasmo de tu pareja prolongando la fase del preorgasmo (siempre que estés seguro de tu capacidad para que ella alcance primero el orgasmo antes de concentrarte en demorar el proceso). En el Tao del Cunnilingus el hombre se concentra en prolongar el preorgasmo de la mujer el máximo tiempo posible, dejando que se acerque al momento de las contracciones orgásmicas sin llegar a desencadenarlas.

  • Antes de llegar a la fase del preorgasmo juega un poco con ciertas restricciones. Aunque en modo alguno es necesario, esto introduce una nota divertida y excitante que casa muy bien con el espíritu de esta rutina.

[DIBUJO Posición con una pierna arriba output_page-230.jpg]

  • Cuando estés seguro de que ella ha llegado a la fase del preorgasmo y las contracciones están a punto de comenzar, reduce la presión sobre el clítoris y aminora el ritmo; deja de usar la lengua.
  • Aparta la boca de la vulva entre tres y cinco segundos y vuelve luego a presionar con fuerza.
  • Puedes seguir pellizcando el nódulo, pero aliviando la presión.
  • Tras la pausa de la lengua, vuelve a llevarla hasta el punto del orgasmo y reduce de nuevo la presión. Debes conseguir que se acerque lo más posible a las contracciones orgásmicas antes de retirarte. (Incluso puedes dejar que se produzca la primera contracción y retirarte. El orgasmo estallará cuando vuelvas a lamerla al cabo de unos segundos).
  • Cuando estés preparado para dejarla alcanzar el orgasmo, presiona firmemente con la encía al tiempo que lames intensamente y mantienes el pellizco.
  • Puedes participar de la diversión dejándote llevar también hasta el límite de tu propio orgasmo, frotándote contra su pierna y retirándote al mismo tiempo. (Esta técnica es muy beneficiosa para desarrollar la disciplina en casos de eyaculación precoz. Al frotarte contra su pierna tienes un mayor control del proceso y puedes acercarte más al orgasmo sin llegar a eyacular).