Cuando ella se encuentra ya muy cerca del orgasmo, procura mantener un poco de tranquilidad mental. No te dejes llevar por la fogosidad. Una de las principales ventajas del cunnilingus sobre el coito es que puedes mantener el control a lo largo de todo el proceso; uno de los errores más comunes de los hombres es responder con pasión a la pasión. Ahora que has sido capaz de llegar hasta aquí, no dejes que la sesión degenere en caos cuando está a punto de culminar.
LAMETONES SERENOS Y CONSCIENTES
Es el momento ideal de tranquilizar la lengua, aunque resulte un poco difícil. Cuanto más leves sean tus lametones más prolongarás las sensaciones inmediatamente previas al orgasmo.
- Si aplicas lametones rítmicos y verticales, puedes saltarte alguno. Por ejemplo: 1-2-3-4, 1-2-nada-4; o 1-nada-2-nada; 1-nada-2-nada.
- También puedes incluir un lametón horizontal en mitad de una serie de pasadas verticales; podemos terminar la sesión igual que la empezamos, con un poco de juego.
- Aminora el ritmo. Deja que el orgasmo venga a tu encuentro. Hazla rabiar un poco. Este tipo de técnicas juguetonas no sólo desencadenan el orgasmo sino que intensifican las contracciones.
Veamos cuáles son estas técnicas:
Lametones estilo Jackson Pollock
Una anécdota sobre el pintor Jackson Pollock: un periodista acudió una tarde al estudio del artista para conocer su obra; indiferente a las manchas abstractas de su pintura le dijo: “Esto no es arte; un mono podría hacer lo mismo”. Pollock hundió el pincel en un bote de pintura, realizó un diestro movimiento de muñeca y le dijo al periodista que se fuera a paseo. Había apuntado con el pincel al pomo de la puerta y consiguió lanzar un punto de pintura justo en su centro.
Lame su vulva igual que Pollock mueve el pincel: con pinceladas amplias pero milimétricamente precisas. Barre y serpentea, empezando con la parte plana de la lengua y terminando con la punta. Demuestra que sabes lo que te propones y transmite la precisión que hay bajo la pasión.
El nenúfar
Piensa en una rana instalada sobre un nenúfar. Está sentada muy tranquila y callada, y de pronto saca la lengua para atrapar a su presa. Haz como una rana para “cazar” el glande con la lengua. En cuestión de cunnilingus, menos es más, y esta técnica, con sus pausas y su contacto súbito, responde fielmente al lema.
Últimos toques
El pintor impresionista Georges Seurat fue un pionero en el arte del “puntillismo” para representar una imagen a partir de miles, si no millones, de puntos de color. Aplica los toques finales a tu lienzo como el pintor que examina orgulloso un paisaje; usa levísimamente la punta de la lengua para darle vida con un mínimo punto de color.
Prepárate: se avecina la primera serie de contracciones involuntarias y espasmódicas que anuncia el estallido del orgasmo y libera la tensión que entre los dos habéis generado con tanto mimo.
Según señalaron Masters y Johnson, en la fase previa al orgasmo “la mujer extrae su fuerza fisiológica y psicológica de unas reservas de tensión sexual que crecen gradualmente, hasta que puede concentrar toda su capacidad física y mental en el orgasmo para expresar la tensión sexual acumulada”.
REPASEMOS
En este capítulo hemos analizado la importancia de aplicar leves toques con la lengua cuando ella se aproxima al orgasmo. Este tipo de movimientos mínimos contrasta con la presión de tu encía sobre la comisura anterior, además de prolongar la fase del preorgasmo e incrementar la tensión sexual.