27 Cómo aumentar la tensión: Primera parte

LA IMPORTANCIA DE TRABAJAR EN EQUIPO

Ya va siendo hora de dejar atrás el proceso que despierta la excitación. Hasta este momento tu lengua ha llevado la batuta, si bien ahora, de acuerdo con el espíritu del trabajo en equipo, tus dedos y tus manos entran también en acción. Uno para todos y todos para uno.

Imagina que tu lengua, tus manos y tus dedos son un trío de jazz y, como cualquier grupo de calidad, deben sincronizarse para crear una música hermosa.

DEDOS HÁBILES

Si, siguiendo con la metáfora del trío, asignamos a la lengua el papel del saxo, tus dedos serán el piano que proporcionará la base melódica a los virtuosos solos rítmicos de la lengua. Los dedos colaboran con la lengua para crear un sinfín de combinaciones vertiginosas.

Veamos para empezar las posibilidades que ofrece un solo dedo, antes de ocuparnos de combinaciones más complicadas. Usa el dedo índice para:

  • Juguetear con sus labios menores; recorre el perfil con la punta del dedo. Presiona y pellizca. Aprende a reconocer con el dedo las diferentes partes de la vulva y observa las respuestas.
  • Estimular suavemente la comisura anterior, la zona suave situada justo encima del glande y el capuchón del clítoris. Toquetear ligeramente el frenillo, la región situada bajo el glande y sobre la antesala vaginal, donde se encuentran los labios menores.
  • Jugar con la horquilla, la zona donde los labios mayores se encuentran en la base de la antesala vaginal.
  • Hacerle cosquillas suaves en la zona inferior de la antesala de la vagina.
  • Mientras dejas que el dedo se pasee tranquilamente, aplica constantes lametones. Observa el trabajo conjunto de dedo y lengua.
  • Después de jugar un poco con la vulva, introduce despacio el dedo en la vagina, unos cinco centímetros. El dedo debe entrar fácilmente (suponiendo que ella esté muy excitada y lubricada) y podrás sentir la tensión de los músculos pélvicos y la contracción del clítoris.
  • Mantén la posición mientras sigues lamiendo con la lengua. No te apresures a introducir más dedos. Espera un poco. Por el momento el dedo está ahí quieto, jugando, y su presencia estimula la acción de los músculos pélvicos; cuando notes que los músculos se contraen, esquívalos.

JUGAR CON EL PULGAR

El pulgar es un ejemplo perfecto de la superioridad de la anchura sobre la profundidad.

  • Como alternativa al juego con el índice, introduce el pulgar justo en la antesala de la vagina, como si fueras a sacar una huella dactilar. Además de ser más corto y cuadrado que el índice, el pulgar tiene más peso; úsalo con suavidad para estimular la superficie de la vulva.

Utiliza el pulgar en combinación con el índice. Mientras el índice está dentro de la vagina, gira el pulgar hacia abajo en el sentido de las agujas del reloj, hasta llegar a la posición de las seis, y luego frota, cosquillea y presiona el perineo (la zona de tejido eréctil situada entre la vagina y el ano). También puedes girar el pulgar hacia arriba, hasta la posición de las doce, y masajear el frenillo, justo debajo del glande, mientras el índice sigue dentro de la vagina.

MANOS SABIAS

Ningún trío de jazz estaría completo sin el respaldo del bajo. Éste es el papel de las manos; no son tan rápidas como la lengua ni tan hábiles como los dedos, pero resultan esenciales como base de la melodía.

Suponiendo que seas diestro, usarás la mano izquierda para esta función de apoyo, reservando la derecha para mover los dedos (al revés si eres zurdo). La mano trabaja desde abajo, como sostén de la acción que transcurre arriba. Una mano firme te permitirá aplicar la lengua con precisión.

  • Coloca la mano libre debajo de sus nalgas y sujétalas firmemente. Debes abarcar y estrujar las dos nalgas al tiempo. Sírvete de la mano para que ella mantenga la posición y acopla su vulva a tu boca. Una mano firme es la columna vertebral de una sesión fantástica; a ella le ayudará a mantener en todo momento el contacto con tu boca y a ti a modular la presión sobre la vulva.

REPASEMOS

  1. En este capítulo hemos comentado cómo crece la tensión sexual. Para ello nos hemos servido de la estimulación manual, principalmente de un solo dedo introducido en la vagina. De este modo observamos la respuesta del clítoris y de los músculos pélvicos.
  2. Hemos señalado el dedo pulgar como excelente alternativa al índice, así como la combinación de ambos para estimular el perineo.
  3. Además de la estimulación manual, hemos subrayado la importancia de emplear una mano para mantener la posición de la mujer. Un buen agarre te permite usar la lengua sin perder en ningún momento el contacto con la vulva.